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Posibles testimonios de una predicación de Cristo dirigida a Potencias hostiles en el Hades

3. Razones para rechazar la interpretación: literatura cristiana

3.1. Posibles testimonios de una predicación de Cristo dirigida a Potencias hostiles en el Hades

S

ELWYN

sostiene que 1 Pe podría situarse en una de las primitivas tradiciones teológicas del Descensus, en aquella que los estudiosos han denominado Kampfmotiv

533

. En esta tradición se presenta a Cristo triunfando sobre la muerte y el Diablo

534

.

a. Melitón de Sardes: La derrota del diablo

Posiblemente el testimonio más antiguo

535

de esta tradición sea la homilía Pascual de Melitón de Sardes

536

. El texto que hace referencia a ella dice así:

2. Jhdt. V. Chr. Auftritt, ist jene, die wir hier bei Justin und dann bei Athenagoras (SuppL 24) und später bei vielen Vätern finden (z.B. Irenaeus, Adv. Haer. IV 36, 4; Klemens v. Al., Paidag. III14,2; Strom. III 59, 2; V 10, 2; VII 46, 6; Tertullian, De idolol. 9; De cultu fern. 12. 4; De orat. 22 u.a. Stellen [Zusammenstellung nach Job. Michl, RNT 8 (1953) 184, zu Judas 6]). Sie heftet sich an den bekannten Bericht von Genesis 6,1-4 über die „Söhne Gottes” (…), welche sich Töchter der Menschen (…) zu Frauen nahmen“. (cf. .H.WEY, Die Funktionen der bösen Geister bei den griechischen Apologeten des zweiten Jahrhunderts nach Christus, Winterthur 1957, p. 15, nota 40)).

533 Cf J.KROLL, Gott und die Hölle…, p. 33.

534 Enmarcar 3,19 en una determinada tradición no es tan fácil como pretenden algunos autores. Creemos que relacionar 3,19 con el Kampfmotiv es algo forzado, pues los exegetas que leen en 3,19 un anuncio a los ángeles, no se ponen de acuerdo en qué valor tiene este mensaje. Para la mayoría, supone condena, lo cual concuerda con el Kampfmotiv grosso modo. Igualmente concuerda con el Kampfmotiv si se interpreta la predicación como automanifestación, tal y como lee SELWYN. Pero, ¿qué pasa con los que leen en 3,19 un anuncio de salvación? Esta cuestión pone de manifiesto que la tradición juega un papel relevante a la hora de optar por una de las múltiples posibles lecturas que se pueden hacer de 3,19.

“Yo soy, dice el Cristo, yo soy quien ha destruido la muerte, y quien ha vencido al enemigo, quien ha pisoteado el Hades, y quien ha atado al fuerte, y quien ha arrebatado al hombre hacia lo alto de los cielos”537

Ciertamente este texto trata de una victoria sobre el Diablo y (en) el Hades. Esto parece hace referencia a lo que algunos exegetas modernos (de la misma opinión que S

ELWYN

) pretenden leer en 3,19 (resp. la derrota de los ángeles malvados). Sin embargo, existen algunas diferencias notorias, entre lo afirmado en el texto de Melitón y lo que leen los modernos en 3,19.

Primeramente, el texto de Melitón no trata de una derrota de los poderes malignos en general. El tema de la derrota del mal en relación con el Descensus en la tradición del Kampfmotiv es mucho más específico, pues esta tradición trata de la victoria sobre el último enemigo, sobre la muerte y su Señor, sobre la muerte y su responsable, el Diablo

538

. A. O

RBE

apunta además que “por ningún lado aparece que los ángeles coapóstatas coadyuvaran a la seducción del primer hombre”

539

; no es obvio, pues, que estos ángeles tuvieran parte en la introducción de la muerte y el primer pecado. De ello sólo es responsable el Diablo, el príncipe de la apostasía para hombres y ángeles

540

, según la tradición.

535 Se podría objetar que este testimonio sea el más antiguo de esta tradición, pues hay escritos apócrifos que pueden ser más antiguos. La datación de los escritos apócrifos es tan problemática, que preferimos trabajar sobre el dato seguro de Melitón de Sardes y sacar consecuencias, a aceptar datos no seguros que llevan a teorías no demostrables. KROLL considera como auténtico el Frgm 13 (Corp. Apol. Christ. Ed.

De Otto IX 1872, p. 419) en el que también se presenta el Descensus en claves de batalla (cf. J.KROLL, Gott und die Hölle. Der Mythos vom Descensuskampfe, Darmstadt 1963, p. 27; También cf. A.

GRILLMEIER, Mit Ihm…, p. 82-83).

536 En el texto de Melitón, la derrota sobre el mal es expresada de forma figurativa y no demasiado dramática. No sólo se derrota al Diablo, sino también al Hades que personifica a la muerte. La victoria se expresa gráficamente con la idea de “ser pisoteado”. Además se usa la imagen del fuerte y el más Fuerte en referencia al pasaje evangélico (Mt 12,29 y par.); el señor de la muerte es llamado “fuerte” y de aquel que le vence, el más fuerte (Cristo) roba sus “vasos”. La tradición del Kampfmotiv tuvo una amplia difusión en la antigüedad y ganó dramatismo literario en el transcurso de los años (J.CHAINE, La descente du Christ aux Enfers…, p. 429; También cf. A.GRILLMEIER, Mit Ihm…, p. 87s).

537 “evgw,( Fhsi,n( o Cristo,j( evgw. o` katalu,saj to.n qa,naton kai. Qriambeu,tsaj to.n evzqro.n kai.

Katapath,saj to.n a[|dhn kai. dh,saj to.n ivszuro.n kai, ...537” De Pascha 102 (Méliton de Sardes, Sur la Pâque et fragments, ed. y trad. O. PERLER, SC 123; Paris 1966, p. 120.122).

538 Algunos estudiosos niegan que el diablo pueda identificarse con el Señor del Hades (cf. C.SCHMIDT, Gespräche Jesu… p. 550s).

539 A. ORBE, Antropología de San Ireneo, BAC, Madrid 1969, p.258ss. También cf. H. WEY, Die Funktionen der bösen Geister bei den griechischen Apologeten des zweiten Jahrhunderts nach Christus, Winterthur 1957, p. 24ss.

540 “Por ningún lado aparece que los ángeles ‘coapóstatas’ coadyuvaran a la seducción del primer hombre.

Bastóles coadayudar a la fornicación de las hijas de los hombres (cf. Epid. 18), prolongando la envidia inicial del diablo al ‘plasma de Dios’ y dilatando el pecado del primer ángel con manifiesta asimilación a él. La seducción de las hijas de los hombres (cf. Gen 6,2) denunciaba una falta anterior de los ángeles, distraídos de su natural ocupación. ¿Fue también la envidia del hombre? Si el pecado personal de Satanás importaba poco a San Ireneo, le importaba menos su influjo perverso entre solos ángeles. La trascendencia del pecado diabólico está en sus repercusiones humanas. Satanás quedó constituido príncipe

b. Melitón: Almas encadenadas

Este pasaje de Melitón, además, contrasta con la descripción de los “ángeles”

que aparece en 3,19. En el pasaje petrino son presentados como “espíritus” “en prisión”

(en la tradición de Henoch como “atados”). En el texto de Melitón, por el contrario, se dice que Cristo ata al fuerte y no que éste se encontrase ya atado.

En la tradición sobre el Kampfmotiv son los justos del AT (los muertos) los que son presentados como prisioneros. Podemos encontrar esta idea implícita en el mismo Melitón

541

:

¿Cuál es este misterio nuevo ? La criatura es embargada de estupor . Cuando el Señor resucitó de los muertos y destruyó la muerte, ató al fuerte, libró al hombre, ¿no es entonces cuando toda la criatura comprendió que a causa del hombre el Juez ha sido juzgado, el Invisible visto (el Incomprensible agarrado), el Inmensurable medido, el Impasible sometido a los sufrimientos, el Inmortal muerto, el Celeste sepultado? En efecto, Nuestro Señor, habiéndose hecho hombre, ha sido juzgado para que ejerciera su piedad, ha sido atado para que desatara, ha sufrido para que compadeciera, ha muerto para que vivificara542, ha sido sepultado para que resucitara.543.

El tema de la victoria sobre el mal y liberación de los hombres aparece unido también en los Padres de oriente, por ejemplo en Afraates:

“Nuestro salvador dividió el Sheol y rompió sus puertas, entró en él y lo abrió e inauguró el camino para todos los que creyeron en él”544.

“Entró en el infierno, sacó a sus prisioneros luchó contra el mal, y le venció, lo pisoteó y destruyó sus huellas, y robo sus posesiones. Sacó de las cuevas de prisión. Rompió el muro, y el filo de la espada”545.

Si se tuviese que relacionar de una forma imparcial lo dicho en 3,19 con la doctrina de Kapmfmotiv, habría que asumir que los espíritus que se encontraban encarcelados no son los ángeles malvados, sino los hombres

546

.

de la apostasía al seducir y tentar eficazmente a Adán… (cf. .Ad. Haer. IV, praef. 4; III, 23,3). El ángel obra la desobediencia del hombre, provocando el apartamiento del hombre y su disociación de Dios” (A.

ORBE, Antropología…, p. 258-260).

541 A través de la idea de la liberación de los hombres.

542 “Mortuus est, ut vivificaret”. Se podría pensar que tras esta expresión está 1 Pe 3,18: “vivificado en el Espíritu”. Sin embargo, como ya dijimos, la idea de la vivificación por el Espíritu Santo (bautismo) se puede encontrar en el Pastor de Hermas y, según defendemos en este estudio, en Ireneo, sin relación alguna con 1 Pe 3,18. Como veremos esta idea parece haber sido transmitida por tradición oral (Presbitero de Ireneo) y plasmada en glosas a la Sagrada Escristura (PsJer y apócrifo de la Voz en el Hades). El mismo editor de SC no anota una cita de 1 Pe 3,18.

543 Fragmento 13 (ed. y trad. O. PERLER, SC 123; Paris 1966, p. 236.238). Sólo se ha conservado en latín.

544 Hom 12,6 , seguimos la trad. G BERT, Aphrahat´s des persischen Weisen Homilien, T.U. 3,3,4, Leipzig 1888, p. 190.

545 Hom 14,17, seguimos la trad. G BERT, Aphrahat´s des persischen Weisen Homilien, T.U. 3,3,4, Leipzig 1888, p. 235.

546Dos pasajes más que avalan lo dicho: “El dispersa a mis enemigos, y a mis adversarios. El me da el poder sobre las ataduras para que yo las deshaga …” (Oda 22,3-4) (Odas de Salomón, trad. A PERAL – X. ALEGRE, en: Apócrifos del Antiguo Testamento, Tomo III, ed. A. DIEZ MACHO, Madrid 1982, p. 87;

c. Melitón: Predicación a los hombres retenidos en el Hades

Es verdad que, en el texto de Melitón aportado por S

ELWYN

, la autopresentación del Señor, que suponen las palabras “yo, dice el Cristo”

547

, podría hacer referencia a una proclamación o auto-presentación de Cristo que implica la victoria o derrota de los ángeles malvados. Pero, en realidad, el texto no trata de esto.

Las palabras “yo, dice el Señor” no tienen nada que ver con el Descensus, ni con una palabra de fuerza dirigida a la muerte y al Diablo, dado que esta autopresentación de Cristo parece suceder tras la resurrección, como puede deducirse sin dificultad del contexto:

“resucitó de entre los muertos y dejó oír esto en voz alta”548

En la obra de Melitón no aparece el tema de la predicación a los ángeles. Por ello hay que recurrir a otros testimonios de la literatura primitiva para defender la asociación de 1 Pe 3,19 con los ángeles malvados.

d. La heterodoxia

S

ELWYN

cita El Evangelio de Nicodemo.

1Mientras se decían entre sí tales cosas Satanás y el Infierno549, se produjo una voz grande como un trueno, que decía: «Elevad, ¡oh príncipe!, vuestras puertas; elevaos, ¡oh puertas ¿eternales!, y entrará el Rey de la gloria». Cuando esto oyó el Infierno, dijo a Satanás: Sal, si eres capaz, y hazle frente. Y salió fuera Satanás. Después dijo el Infierno a sus demonios: Asegurad bien y fuertemente las puertas de bronce y los cerrojos de hierro; guardad mis cerraduras y examinad todo de pie; pues, si entra él aquí, ¡ay!, se apoderará de nosotros. 2Los progenitores, que oyeron esto, empezaron a hacerle burla, diciendo: Tragón insaciable, abre para que entre el Rey de la gloria. Y dijo el profeta David: ¿No sabes ciego, que, estando yo aún en el mundo, hice esta profecía: «Elevad, ¡oh príncipes!, vuestras puertas?» Isaías dijo a su vez: «Yo, previendo esto por virtud del Espíritu Santo, escribí: Resucitaran los muertos y se levantarán los que están en los sepulcros y se alegrarán los que viven en la tierra; y, ¿dónde está, ¡oh muerte!, tu aguijón?

¿Dónde, Infierno, tu victoria?» 3» Vino, pues, de nuevo una voz que decía: Levantad las puertas.

El infierno, que oyó repetir esta voz, dijo como si no cayera la cuenta: ¿Quién es este Rey de la

También cf.Oden Salomos. Teil 3. Oden 29–42 (Ed.M. LATTKE,en: Novum Testamentum et Orbis Antiquus 41/1, Freiburg (Schweiz) 2001 p. 150)); “… y abrí las puertas que estaban cerradas, rompí los cerrojos de hierro, …Marché hacia todos mis prisioneros, para liberarlos, para no dejar a nadie cautivo… ” (Oda 17, 9s) (Odas de Salomón, trad. A PERAL – X. ALEGRE,p. 83-84; también cf. Oden Salomos. Teil 3. Oden 29–42 (Ed.M.LATTKE), p. 57). En estos testimonios no se presenta los enemigos presos, sino a los hombres, tal y como sucedía en la obra del Melitón. La consecuencias salvíficas de la visita de Cristo son la liberación de los atados (hombres) y el atar al fuerte (diablo).

547 Cf. De Pascha 102.

548 De Pascha 101 (ed. y trad. O. PERLER, SC 123; Paris 1966, p. 120).

549 El Apócrifo narra un díalogo entre el Hades y el Diablo. Este último informa al Hades sobre la venida del Jesús, muerto en la Cruz. Ambos planean no dejar entrar en su reino a este judío. El diálogo no se produce en ningún momento entre Cristo y estas fuerzas de la perdición. Lo capítulos que preceden al texto que citamos no pueden ser considerados en absoluto como una predicación ¡directa! de Cristo a los poderes del mal.

gloria? Y respondieron los ángeles del Señor: El Señor fuerte y poderoso, el Señor poderoso en la batalla. Y al instante, al conjuro de esta voz, las puertas de bronce se hicieron añicos, y los cerrojos de hierro quedaron reducidos a pedazos, y todos los difuntos encadenados se vieron libres de sus ligaduras, y nosotros entre ellos. Y penetró dentro el Rey de la gloria en figura humana, y todos los antros oscuros del Infierno fueron iluminados550.

En este texto el tema de la derrota del diablo parece estar relacionado con un cierto “anuncio”: “abrid las puertas, va entrar el rey de la gloria”

551

.

Contra la asociación de las voces del salmo 23 -en la tradición del Kampfmotiv- con una predicación de Cristo dirigida a los ángeles malvados existe un dato que no se deja ver en el texto del Evang. Nicod. En la tradición del Kampfmotiv, la predicación de Cristo no aparece unida a los ángeles malvados del diluvio, sino que está dirigida a los hombres muertos que se encontraban en el Hades

552

, como atestigua el siguiente texto de las Odas de Salomón:

“yo hice una asamblea de vivos entre sus muertos, y les hablé553 con labios vivos, para que no fuera en balde mi palabra. Corrieron hacia mí los que habían muerto, y exclamaron a gritos: “Ten piedad de nosotros, Hijo de Dios. Haz de nosotros según tu benignidad y sácanos de las ataduras de las tinieblas y abrenos la puerta, para que por ella salgamos hacia ti…”554

.

K

ROLL

, que dedicó un libro al estudio de esta tradición (Kampfmotiv), ofrece más textos que apoyan nuestra opinión, pues ratifican claramente las discrepancias entre en esta tradición y lo que pretenden leer en 1 Pe 3,19

555

. Los espíritus retenidos en los

“infiernos”

556

son los hombres. El diablo no se encontraba atado, sino que debía ser

550 Evangelium Nicodemi V, 1-3 (ed. y trad. A. DE SANTOS OTERO, BAC, Madrid 1956, p. 476-477).

551 La cita del salmo 23, a la que hace referencia este texto, será centro de nuestra atención en el siguiente apartado, pues el contexto más propio en el que aparece citado este salmo en la ortodoxia es el de la Ascensión y no el del Descenso. Por ello, al tratar de la Ascensión, valoraremos si este grito “abrid las puertas…” puede ponerse en relación con la doctrina que leen en 3,19, una predicación de Cristo a los ángeles malvados. Adelantamos, no obstante, que tal relación parece muy forzada.

552 Sobre la tradición de la predicación de Cristo a los muertos se puede consultar la obra de SCHIMDT que hace un recorrido histórico del tema. El tema se encuentra, según demuestra, tanto en la ortodoxia, como en la heterodoxia (C.SCHMIDT, Gespräche Jesu …, p. 453-576).

553 La predicación va dirigida a los hombres no a los ángeles.

554 Oda 42, 14-17 (Odas de Salomón, trad. A PERAL – X. ALEGRE, en: Apócrifos del Antiguo Testamento, Tomo III, ed. A. DIEZ MACHO, Madrid 1982, p. 100; también cf. Oden Salomos. Teil 3. Oden 29–42 (Ed.

M.LATTKE), p. 271ss).

555 J. KROLL, Gott und die Hölle., p. 46ss. 74. 105.156.218.254.291.348.482.485

556 En la Epistola Apostolorum aparece la idea de la prisión asociada a la liberación. Esto sólo es pensable referido a los hombres: “He recibido todo el poder de mi Padre, para que conduzca a la luz a los que están en tinieblas, a los mortales a la inmortalidad, a los que están en el error a la justificación, a los muertos a la vida, y para que los que están en prisión sean desencadenados” (Epist. Apost (etipo) 21 (ed. y trad C.

SCHMIDT, Gespräche Jesu …, p. 74). En el n. 28, en un contexto donde se habla del Descensus, se dice:

“Lo que os he prometido a vosotros, también se lo daré a ellos, para que salgan de la prisión, y del poder de los archontes y del fuego poderoso” (IBID., p. 88). También en un excursus, cf. C. SCHMIDT, Gespräche Jesu …, p. 453-576.

atado. La predicación iba dirigida a los hombres y no a los ángeles, siendo ésta un anuncio de salvación

557

.

En los Hechos de Tomás, por ejemplo, encontramos el siguiente pasaje

558

:

“Jesucristo, hijo de la misericordia, salvador perfecto, Jesucristo, Hijo del Dios vivo. Poder inconmovible que ha sometido al enemigo, y voz que fue oída por los señores559 cuyo poder ha conmovido. Mensajero que fue enviado de lo alto, y descendió hasta el hades, que abrió las puertas, y sacó a los que allí estaban, que reposaban en oscuras cámaras desde hacía mucho y les enseñó el ascenso a lo alto”560.

También en un pasaje de Excerpta ex Theodoto, ofrecido por el P. O

RBE

, leemos

561

:

557 Cf. Test Dan 5: “Os suscitará de las tribus de Judá y de Leví la salvación del Señor. Hará la guerra a Beldar y otorgará una venganza victoriosa de vuestros enemigos. Arrebatará a los cautivos –las almas de los santos- a Beliar, hará volver hacia el Señor los corazones desobedientes y concederá a los que le invoquen paz eterna. Descansarán en el Edén los santos y justos se alegrarán en la nueva Jerusalén” (las negritas son nuestras) (Testamentos de los doce Patriarcas. Testamento de Dan (trad. A. PIÑERO, en:

Apócrifos del Antiguo Testamento, Tomo VI, Testamentos o discursos de adiós, ed. A. DIEZ MACHO, Madrid 1987, p. 170; También cf. Die Testamente der zwölf Patriarchen, en Jüdische Schriften aus hellenistisch-römischer Zeit. Band III. Unterweisungen in lehrhafter Form, Hrg. W. G. KÜMMEL, Gütersloher 1974, p. 96).

558 A decir verdad, los testimonios gnósticos aportados no pueden ser citados como testigos de un Descensus, tal y como pretende SELWYN, pues los gnósticos no creían en un mundo subterráneo y, por tanto, en un Descensus de Cristo. (Cf. J.KROLL, Gott und die Hölle…, p. 35-36. “Wer weiß denn, ob der Verfasser überhaupt so genau Oberwelt und Hades geschieden hat? Einem schroffen dualistischen Empfinden fließen Hölle und Welt als Sitz des Bösen ineinander. So konnte ja auch der Herabstieg der Erlösergestalten der Gnosis als ein descensus ad inferos gedacht werden”). KROLL aclara magistralmente las razones por las que el tema del Descensus aparece con frecuencia en la gnosis: “Man wird also nicht einmal immer das Recht haben, eine genaue Scheidung zu versuchen (resp. tierra-hades). Im Gegenteil, gerade weil Hölle und Welt als Sitz des Bösen ineinanderfließen, bekommt die Höllenfahrt ein so besonderes Gewicht. Denn sie stellt sich dann nicht nur als die Einbeziehung der verstorbenen Gerechten in das Erlösungs werk dar, nicht nur als der Schlußakt der Erlösung mit der Überwindung Satans in seinem Reich, sondern sie ist die Erlösung selbst, die Erlösung schlechthin und damit die Rettung der Seelen allgemein, nicht nur der Seelen der früher Entschlafenen.” (IBID.p. 37). La materia, la tierra, era lo más ínfimo de la creación era la prisión donde estaban encerrados los hombres. Desde la tierra solo había una posible dirección: hacia los cielos. Así que, cuando los hombres morían, no descendían a los infiernos. Los carnales se disolvían y desaparecían; las almas de los psíquicos y espirituales ascendían a los cielos. Lo narrado en las Odas de Salomón y en los otros testimonios gnósticos habría que asociarlo o con la bajada de Cristo desde el cielo a la tierra (“Encarnación”), o con una ascensión hacia los cielos.

Entre los gnósticos la victoria sobre los poderes malignos sucede en los cielos no en los infiernos (también cf. C.SCHMIDT, Gespräche Jesu …, p. 500).

559 Este pasaje es analizado por C. SCHMIDT, Gespräche Jesu… p. 557, quien considera que no puede fijarse el contexto en que hay que situar este hecho (ascensión o Descensus). Nosotros consideramos que en la tradición no se dice nunca que esta voz fuese dirigida a los ángeles; antes bien, el Señor siempre se dirige a los muertos. Los poderes del Hades sólo escuchan la Voz dirigida a los muertos. Según aclara SCHMIDT, esta voz que, conmueve a los archotes, podría relacionarse con el tema de la aparición de Cristo a los Archontes como Señor de la vida que desciende al Hades y hace templar a los su poderes cuando lo contemplan (C.SCHMIDT, Gespräche Jesu…, p. 558). Cristo no desciende para manifestarse a ellos o dirigirles un mensaje; desciende a los muertos para salvarles. La predicación no se dirige a los ángeles sino a los hombres.

560 Acta s. Thomae Apostoli 10 (cf. H. J. W. DRIJVERS, Neutestamentliche Aprokryphen, ed. W.

SCHNEEMELCHER, Tübingen 51989, p.307-308).

561 Sobre el problema de si estos textos tratan sobre un descenso a los infiernos o a la tierra Cf. A.ROSA,

“Attollite”…, p. 472ss.

“En su bajada—dice—, el Salvador fue visto de los ángeles. Por eso también le evangelizaron (los ángeles a los pastores de Belén). También se dejó ver de Abrahán y los demás justos que estaban en el descanso (evn th/ avnapau,sei), a la parte derecha (evn toi,/j dexi,oij) «Alegrose, en efecto, (Abrahán)—dice (Jesús en lo 8,56) —para ver mi día», la parusía (mía) en carne. De ahí que al resucitar el Señor, evangelizó a los justos que (estaban) en el descanso y los desplazó y trasladó (mete,sthsen auvtou.j kai. mete,qhken); y todos (1 Pet 3,19; Lam 4,20) » «vivirán a la sombra de El» ”562

Otro testimonio que cita M

ILLER563

perteneciente al escrito gnóstico Trimophic Protennoia dice así:

Ahora he descendido y he explorado el caos… Yo soy el Padre y te diré un misterio inefable e no pronunciable desde mi providencia: Yo desaté toda ligadura de ti y rompí las cadenas de los demonios del mundo subterráneo…Yo fui el primero que descendió…. Descendí bajo su lenguaje y conté mis misterios a los míos – un misterio escondido- y los lazos y la oscuridad fueron anuladas564

.

Ciertamente en esta tradición del Kampfmotiv podemos encontrar un diálogo entre los ángeles y Cristo e incluso entre Cristo y el Hades. De ello da cuenta el ya citado Evangelio de Nicodemo:

“2. Luego el Rey de la gloría agarró por la coronilla al gran sátrapa Satanás y se lo entregó a los ángeles, diciendo: Atadle con cadenas de hierro sus manos y sus pies, su cuello y su boca.

Después lo puso en manos del Infierno con este encargo: Tómalo y tenlo a buen recaudo hasta mi segunda venida.”565.

Este relato tampoco viene en apoyo de la relación de 1 Pe 3,19 con los ángeles desobedientes del diluvio. Ni la predicación se dirige a ellos, ni siquiera directamente a Satanás; ni se dice que éste estuviese en una prisión, sino que el Hades se convertirá sólo en prisión para él tras el Descensus de Cristo.

Algo parecido puede encontrarse en el Evangelio de Bartolomé

566

:

10Dice entonces Bartolomé: ¿Y qué significaba aquella voz que se oyó? 11Respóndele Jesús:

«Era la voz del Tártaro, que decía a Belial: A mí modo de ver, Dios se ha hecho presente aquí

».

12Cuando descendí, pues, con mis ángeles al Tártaro para romper los cerrojos y las puertas de

562Excerpta ex Theodoto 18, 1-2 (tradución y anotaciones escriturísitcas de ORBE (resp. 1 Pe 3,19), A.

ORBE, Cristología gnóstica..vol II; p.477; también cf. Clément d´Alexandrie. Extraits de Théoote, (ed. F.

SAGNARD, SC 23, Paris 1948, p. 90).

563 Cf. D.L.MILLER, The Two Sandals of Christ: Descent into History and into Hell, en: Aufstieg und Abstieg, Rise and Descent, descente et ascension, ed. A. Portmann- R, Ritsema, Fankfurt 1982, p.148.

564 The Nag Hammadi Library, tractate XIII,1,14 (hemos seguido la traducción de D.L.MILLER, The Two Sandals…, p. 148).

565 Evang. Nicod. VI, 2 (ed. y trad. A. DE SANTOS OTERO, BAC, Madrid 1956, p. 478).

566 GOUNELLE considera que este apócrifo trata de una proclamación dirigida a las potencias infernales, y ésta desarrollada desde el Sal 23 (24) (R. GOUNELLE, Le Descente…, p. 43-44)

bronce, decía esté al Diablo567: «Me parece como si viniera Dios a la tierra». Y los ángeles dirigían sus clamores a las potestades diciendo: «Alzad, ¡oh príncipes!, las puertas y haced correr los canceles eternales, porque el Rey de la gloria va a bajar a la tierra».) Y el Tártaro dijo:

«¿Quién es este Rey de la gloria que viene del cielo hacia nosotros? »”568

El diálogo habría que interpretarlo con sucedía en el Evangelio de Nicodemo, sin relación alguna a los temas que asocian a 1 Pe 3,19.

En esta misma línea y comentando el apócrifo de la Voz en el Hades, que como veremos está tras los párrafos citados del Evangelio de Bartolomé encontramos un testimonio tardío sobre una posible predicación el Hades, atribuido a Epifanio de Salamina: In sanctam Christi resurrectionem:

“Pero el Señor, que sufrió voluntariamente, resucita de entre los muertos, pisoteando la muerte, encadenando al fuerte, y desatando al hombre. Y la muerte, conturbada, cayó a los pies del Cristo; el infierno, derrotado, fue arrastrado cautivo, y todas sus potencias dieron media vuelta al escuchar la voz del Cristo, como dice la escritura: No vimos su aspecto, pero hemos escuchado su voz. Pues el infierno no ha visto la cara del Señor, pero ha escuchado que su voz que decía:

Salid, almas encadenadas, sentadas a la sombra de la muerte. Yo os traigo la buena nueva de la vida. Yo soy el Cristo, vuestra vida. Entonces, el infierno, escuchando, fue derribado: sus puertas de bronce fueron destrozadas; sus cerrojos de hierro, molidos; y las almas de los santos se lanzaron siguiendo a Cristo, sobre sus pasos; entonces se cumplió la Escritura: Allí, él destrozó las puertas de bronce y molió los cerrojos de hierro” 569.

El fragmento, como toda la tradición atestigua, considera que la predicación de Cristo en el Hades fue dirigida a los muertos, no a los espíritus, que no estaban por entonces encadenados.

e. Valoración.

Estos textos ofrecidos confirman nuestra objeción: Si hay que relacionar 3,19 con la tradición del Kampfmotiv, habrá que identificar los espíritus de 3,19 con los hombres y no con los ángeles malvados.

Creemos, además, que la tradición de “Kampfmotiv” (resp. victoria sobre los poderes malignos), no remite a lo que los autores leen en 3,19. En esta tradición del Descensus, la guerra no es contra los ángeles del diluvio, sino contra Señor de la muerte, el diablo. Esta victoria no se refiere sin más al triunfo sobre el mal, sino al triunfo sobre el origen mismo del mal y su más terrible consecuencia, es decir, sobre la

567 El Hades habla con el diablo.

568 Evang. Bart. I,10-12 (ed. y trad. A. DE SANTOS OTERO, BAC, Madrid 1956, p. 578).

569 Ps Epif, De Res 8-9 (cf. P. NAUTIN, Le dossier d´hippolyte et de Méliton, dans les florilèges dogmatiques et chez les historiens modernes, Paris 1953, p.157.159 (Cita atribuida a Epiphanio de Salamina; Cf. R. CANTALAMESSA, L´omelia In S. Pascha…, p. 253ss)).