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Capítulo IV. Predicación de Cristo a los ángeles responsables del diluvio durante la Ascensión. E LLIOTT

3. Interpretación del nexo evn w-| kai,

4.1. poreuqei,j

La primera palabra que E

LLIOTT

estudia, el verbo “ir”, le sirve para construir el marco cristológico (muerte-resurrección-ascensión) que, a su parecer, explica el pasaje 3,18-22

383

. Comienza el análisis del verbo haciendo algunas consideraciones de tipo filológico. Afirma que el verbo “poreuqei,j”, usado de forma absoluta,

384

no tiene en sí ninguna connotación sobre la dirección del movimiento. Puede hacer referencia al ascenso o al descenso. Esto supone que sólo el contexto puede aclarar a qué tipo de movimiento hace referencia. E

LLIOTT

considera que el contexto de este verbo hay que buscarlo primeramente en la carta y después en la tradición de Henoch, a partir de la cual se compuso nuestro pasaje.

En Prima Petri, el verbo poreu,omai vuelve a aparecer en 3,22 en la “misma forma” (“poreuqei,j”)

385

que tiene en 3,19. La repetición del participio lleva a E

LLIOTT

a

382 Parece que estos autores quieren separar nuestra perícopa de la tradición que trata sobre una predicación salvífica de Cristo en el Hades dirigida a las almas de los hombres. A nuestro parecer este cambio de peso en los verbos, en cierta forma, fuerza el texto, pues el verbo principal es “predicar”.

383 Cf. J.H.ELLIOTT, 1 Peter…, p. 354.

384 Sin ningún complemento que marque dirección.

385 ELLIOTT ignora que el verbo en sí no es el que significa ascender, sino que es el complemento que le acompaña el que marca el sentido del mismo. Si para el autor de la 1 Pe, el verbo poreuqei.j (sin más) significase ascender, no habría hecho falta en 3,22 añadir eivj ouvrano,n. La carencia de cualquier indicación de dirección en 3,19 puede significar que el verbo tenga un sentido distinto que en 3,22, lo que explicaría la presencia del complemento eivj ouvrano,n en este último versículo. Además, si se lee esta perícopa en la tradición del Descensus, como hizo SELWYN, en esta tradición aparecen frecuentemente juntos dos verbos de movimiento con sentidos contrapuestos “ascender” – “descender”. Así se constata en

afirmar que 3,19 y 3,22 son versículos paralelos que tratan del mismo acontecimiento.

Puesto que en 3,22 el participio hace referencia a la Ascensión, deduce que 3,19 también trata de ella. Considera que el orden de ideas de la perícopa apunta en esta dirección, pues tras la mención de la resurrección en 3,18, no cabe esperar más que la mención de la ascensión en 3,19.

La interpretación que E

LLIOTT

hace de 3,19 y 3,22 conlleva la presencia en nuestra perícopa de una doble mención de la ascensión que no es fácil de aclarar

386

. A su juicio, esta “doble mención de hechos” es un artificio literario que usa el autor para componer nuestra perícopa y de la que tenemos ejemplos en 3,18 y 3,22, donde “Dios”

es mencionado en dos ocasiones, y en 3,18 y 3,21, donde lo son los “destinatarios”

387

. E

LLIOTT

recurre al NT para dar más apoyo a su interpretación del verbo poreu,omai. Sostiene que en el NT esta relacionado con la Ascensión y nunca hace referencia Descensus

388

(cf. Hch 1,10-11, Jn 14,2.3; 12,28; 16,7.28 ). Hay que objetar, sin embargo, que el verbo poreu,omai no aparece en estos textos en forma absoluta como en 3,19, sino con un complemento que especifica la dirección del movimiento (como en 1 Pe 3,22)

389

, por lo que este argumento no es del todo convincente. Se explica que E

LLIOTT

busque un nuevo apoyo para sostener su teoría, como ya hemos apuntado, en la tradición y Libro de Henoch.

Henoch, argumenta E

LLIOTT

, es presentado en la Biblia como un personaje que no conoció la muerte y que fue arrebatado al cielo (resp. ascensión):

“Henoch anduvo con Dios, y desapareció porque Dios se lo llevó” (Gn 5,24)

.

Por otra parte, en el libro de Henoch se relaciona este personaje con la misión de

“ir a los espíritus encadenados” (12, 4-6;13,1-10; 14,1-7;15,1-16,3 (y también en 2 Henoch 7))

390

.

AH V,31.1-2 de s. Ireneo donde el verbo “abeo” es usado tanto para hacer referencia a la posible ascensión al cielo desde la cruz (creencias gnósticas), como para referirse a la ida al lugar de la muerte.

386 La interpretación que lee en zw|opoihqei.j (3,18) un sinónimo de resucitar, conlleva también una repetición de ideas en 3,18 y 3,21, donde se vuelve a citar la resurrección. ¿Tanta repetición no hace que las ideas de la perícopa discurran con torpeza?

387 Cf. J.H.ELLIOTT, 1 Peter…, p. 38.

388 Cf .Hch 1,10-11, Jn 14,2.3; 12,28; 16,7.28.

389 También cf. P.J.ACHTEMEIER, 1 Peter:... p. 256-257.

390 ELLIOTT no tiene en cuenta que los ángeles del diluvio, en esta parte del libro de Henoch, rara vez son denominados espíritus. Más frecuentemente son denominados: guardianes; de aquí el título que se le ha dado al primer libro que compone 1 Henoch: “el libro de los guardianes” (no de los ángeles y mucho menos de los espíritus). No tiene en cuenta que en los capítulos intermedios de este libro se dice que estos

La ascensión de Henoch, relatada en Gn

391

, y la misión a él encomendada (anunciar a los ángeles) lleva a E

LLIOTT

a afirmar que el paralelismo entre 3,19 y esta tradición es innegable. Ambas tradiciones (Henoch y 1 Pe) remiten, cada una por separado, a una ascensión

392

y a una predicación a los poderes malignos (1 Pe 3,19 y 1 Henoch)

393

. El Verbo “ir” se convierte, según E

LLIOTT

, en el vínculo entre el Kerygma cristiano (muerte-resurrección-ascensión) y la tradición de Henoch, y en este contexto sólo puede significar “ascender”.

Esta forma de argumentar nos parece muy interesada, pues resulta difícil, por no decir imposible, unir la idea de la predicación y de la ascensión en el libro 1 de Henoch.

Según vimos en la presentación que hicimos del Libro de Henoch, es más obvio unir lo narrado en el libro de Henoch con la idea de un descenso, dado que Henoch era un habitante celeste y su misión (resp. “ir”) consistió en anunciar la condena a los ángeles que habían abandonado el cielo (encerrados en el interior de la tierra: cf. Henoch 12)

394

. El verbo “ir” en la tradición de Henoch habría que asociarlo con la idea del descenso;

sólo de forma muy rebuscada puede relacionarse con la imagen de “ascender”

395

. Consciente quizás de la debilidad de su tesis, E

LLIOTT

busca más apoyos para su lectura. Argumenta que el autor de 1 Pe estaba influenciado por la cosmología griega, que conocía una multitud de cielos habitados por ángeles. Además, la idea de una ascensión a través de los cielos puede encontrarse en escritos judíos como T. Levi 2,6-5,2

396

; Asc Isai 3,12-4,2; 9,6-18; 10,7-11,33. A esto se añade que en el NT también puede encontrarse la idea de Cristo ascendiendo a través de los cielos Hb 4,4 y en Ef 4,10

397

. Se puede objetar a esta forma de argumentar lo que ya pusieron de manifiesto

guardianes estaban retenidos en el interior de la tierra y que Henoch, habitante del cielo, tiene que descender para anunciarles el castigo; y descender hasta el interior de la tierra donde estaban retenidos.

Ignorando todos estos datos, sostiene que la afinidad con 1 Pe 3,19 es tan patente que el verbo “ir” no puede significar más que la ascensión.

391 Cf. Henoch 12,1.

392 Cristo: 1 Pe 3,19.22 y Gn 5

393 Cf. 1 Pe 3,22.

394 Incluso considerando que los ángeles malvados están en el segundo cielo, el relato de Henoch supondría un descenso, pues Henoch se encontraría en alguno de los cielos superiores (quizá el tercero=

en el paraíso), en cualquier caso más allá del segundo cielo donde estarían retenidos los ángeles malvados.

395 ELLIOTT sostiene que en 1 Henoch 17 se dice que Henoch ascendió. Sin embargo en este capítulo no aparece esta idea relacionada directamente con la misión de predicar. La noción de “ir” y la de

“predicación” aparecen relacionadas en el capítulo 12, y en este capítulo los ángeles son situados en el interior de la tierra.

396 En esta tradición, también puede leerse que los ángeles malvados estaban retenidos en el segundo cielo (cf. T. Lev 2).

397 ELLIOTT, tan interesado en asociar nuestro verbo con la ascensión, no explota textos que usó SELWYN que podrían relacionar 1 Pe 3,19 con la ascensión, siendo el más relevante de estos 1 Tim 3,16. SELWYN

S

ELWYN

y R

EICKE

, a saber, que “poreuqei,j” es usado de forma distinta en 3,19 (absoluto) y en 3,22 (modificado por: eivj ouvrano,n). Según estos autores, esto significa que el verbo adquiere un sentido distinto en cada uno de los dos versículos.

La seguridad con que E

LLIOTT

define la “dirección” del verbo “ir” en el sentido de ascender nos parece poco objetiva y revela su interés en buscar por todos los medios la unión de dos tradiciones que, en nuestra opinión, no estamos seguros de que se den cita en 3,18ss (resp. kerygma cristiano de la ascensión y tradición de Henoch). Tras esta cuestionable interpretación del verbo “ir”, E

LLIOTT

pasa a analizar las palabras que asoció a dicho verbo en su traducción: “espíritus encarcelados”.

4.2. toi/j evn fulakh/| pneu,masin a. pneu,masin

Partiendo del presupuesto de que 3,19-21 está confeccionado desde la tradición de Henoch, y aceptando el supuesto paralelismo entre lo dicho en 3,19 y 3,22, E

LLIOTT

identifica los “espíritus” de 3,19 con ángeles y, en concreto, con los ángeles malvados que causaron el diluvio. Para poder sostener dicha relación, E

LLIOTT

rebate, en su excursus dedicado a la relación entre 1 Pe 3,19-22 y la tradición judía,

398

la asociación clásica

399

“espíritus” = “almas”. Sostiene así, que la identificación “espíritus = almas”

es inusual tanto en la tradición judía como cristiana y aporta ejemplos tomados del NT y el libro de Henoch.

Comienza con las pruebas del NT. Explica que el término pneu/ma nunca aparece en NT en estado absoluto

400

referiéndose a los hombres. Sólo aparece una vez en plural referido a los hombres en Heb 12,23 (pneu,masi dikai,wn). En este pasaje tampoco se encuentra en estado absoluto, sino acompañado de un complemento, dikai,wn, que matiza que los espíritus son las almas de los justos. Además explica que 1 Pe 3,19-20

sostuvo que la tradición conoció una revelación (w;fqh) de Cristo a los ángeles durante la ascensión, revelación que pone en paralelo con la “predicación” de 1 Pe 3,19 (cf. capítulo anterior).

398 J.H.ELLIOTT, 1 Peter…, p. 693ss

399 Volvemos a recordar que esta interpretación es la más antigua, cf. Clem. Alej (Cf. Parte II de nuestro trabajo) y Peshita (cf. trad inglesa ofrecida en el recurso informático Bible Work: “1 Peter 3:19-20 19 And he preached to those souls, which were detained in Hades, 20 which were formerly disobedient,”;

también cf. B. REICKE, The Disobedient…, p. 34ss).

400 J.H.ELLIOTT, 1 Peter…, p. 656. Este argumento sólo tendría fuerza si el sustantivo pneu/ma apareciese en estado absoluto en 3,19, pero, como SELWYN pone de manifiesto, no es así, pues está calificado por la expresión “en prisión” (cf. E.G.SELWYN, The First Epistle of Saint Peter…, London 91974, p. 199).

asocia los “espíritus” con seres desobedientes

401

en contraste con la tradición que siempre parece asociar la palabra “espíritus” con las almas de los justos. Con esto quiere apoyar su lectura de 3,19 según la cual el término pneu/ma no se refiere a los hombres.

Esta opinión parece encontrar apoyo en el hecho de que en el NT frecuentemente se usa la palabra “espíritus” para hacer referencia a los “poderes sobrenaturales” sean ángeles o demonios

402

.

E

LLIOTT

desestima igualmente la teoría, que se sirve del supuesto paralelismo entre 3,19 y 4,6 para identificar los Espíritus con los muertos. Niega tal asociación alegando que, para explicar 3,19

403

, hay que recurrir al paralelismo entre este versículo y 3,22 y no al posible paralelismo con 4,6. Según nuestro autor, la temática de 3,19 y 3,22 parece ser la misma: el anuncio de la condena a los poderes malignos durante la ascensión (resp. al verbo “poreuqei,j” que aparece en ambos versículos)

404

. Así los

“espíritus” de 3,19 se corresponden con “los Ángeles, las Dominaciones y las Potestades” de 3,22

405

y no con los muertos de 4,6. Como ya hemos dicho, E

LLIOTT

recurre no sólo al NT sino también al libro de Henoch

406

para negar la relación con las

“almas” y reafirmar su lectura “espíritus” = “ángeles”.

401 Este último se muestra muy débil, pues si se reconoce que “espíritus” hace referencia a las almas, y que sólo el complemento marca la calidad de las mismas (Hb 12,23), no habría inconveniente en que pudiese usarse esta misma palabra (espíritu) para hacer referencia a las almas de los injustos, que, consecuentemente, implicaría que fuese acompañada por un complemento como “desobedientes”.

402 Cf. J.H.ELLIOTT, 1 Peter…, p. 656. Por ejemplo: Lc 10,20; Heb 1,14; también cf. K.H.SCHELKLE, Die Petrusbriefe. Der Judasbrief, Freiburg-Basel-Wien 1961, p. 106.

403 ELLIOTT piensa en el contexto: la tradición de Henoch en la que el anuncio va dirigido a los ángeles.

404 Hay que recordar que los autores de la primera mitad del s. XX leyeron en 3,19 una referencia al Descensus por su paralelismo con el libro de Henoch, pues, en la tradición de Henoch, los ángeles estaban en un lugar subterráneo cuando Henoch les anunció su condena (sólo apuntado márginalmente en una nota: ““underneath the rocks of the ground” (1 En. 10:12; cf. 1QHº III 17-18; Rev 20:1-3); “inside the earth” (1 En. 14:5; ]ub. 5:6), “on the earth” rather than below it (1 En. 13:9), “in the west” (1 En. 67:4), or some terrible “place” along Enoch´s journey 1 En, 13:9 “nether gloom,” Jude 6; “held captive in Tartarus,” 2 Pet 2:5”(cf. J. H. ELLIOTT, 1 Peter…, p. 700, nota 405)). El paralelismo entre 3,19 y 3,22 ha llevado a los autores más recientes a abandonar la interpretación de Henoch-Descensus, y a situar la acción durante la ascensión, y a los ángeles, por tanto, en los cielos.

405 Contra esto puede alegarse que el contexto más apropiado (y más cercano que 3,22) para situar 3,19 es el del v. 20, donde se habla de la generación de tiempo de Noe, es decir, de hombres y no de ángeles.

Además en ningún lugar del NT se califica a los ángeles de desobedientes (avpeiqh,sasi,n), mientras que éste es un calificativo que el autor de 1 Pe, en tres ocasiones, aplica a los hombres.

406 “Nach den Einzelinterpretationen der Schlüsselworter liefert Dalton dann eine Analyse von in diesem Zusammenhang bedeutsamen Teilen des sogenannten “Äthiopischen Henochbuches”, in dem er den spatjüdischen Hintergrund und den entscheidenden Verstehensschlüssel für l Petr 3,19 sieht.

Offengeblieben war bei den Einzelinterpretationen auch das Problem des Zusammenhangs zwischen den

“Geistern” und der Sintflutgeschichte. Der Text spricht vom Ungehorsam dieser Geister in der Zeit des Noe. Wenn dem so ist, ist es schwierig zu zeigen, wie man es vermeiden kann, diese Geister mit Noes menschlichen Zeitgenossen zu identifizieren. Der biblische Sintflut-Bericht allein ist zu vage, um hier eine Verständnishilfe zu geben. Es ist also zu klären, ob es in außerbiblischer jüdischer Tradition eine solide Rechtfertigung dafür gibt, von ungehorsamen “Geistern” zur Zeit des Noe zu sprechen.” (W.

MAAS, Gott und die Hölle…., p. 52-53).

En este libro, la palabra “espíritus” puede hacer, ciertamente, referencia a las almas de los hombres: “Such as “spirits of humans”” (20:3; 22:13), apunta E

LLIOTT

;

“spirits of the souls of the dead” (22:3; cf. 9:3); “spirit of the dead, spirits of the just”

(22:9); cf. also 20:6; 22:12, 13 (“souls of the people”)”

407

. Sin embargo, como sucede en el NT, cuando esta palabra aparece en el Libro Primero de Henoch referida a los hombres, no aparece empleada con el modo absoluto

408

. En este modo aparece en los pasajes de l En 15:4,6,7,8, 10a; 16:l significando “ángeles”, como ocurre en el NT

409

.

E

LLIOTT

reconoce

410

, sin embargo, que sus argumentos no son definitivos, porque existen dos posibles excepciones a esta regla. En 1 Henoch, en concreto en la Carta de Henoch (libro quinto de esta colección), la palabra pneu/ma aparece en dos ocasiones en sentido absoluto referida a los hombres: 98,3; 103,4

411

.

Al igual que el resto de los autores de esta línea de interpretación, da la impresión de que E

LLIOTT

trabaja con datos heredados y que no ha consultado el texto de Henoch, pues, no sólo existen estas excepciones en la Carta de Henoch (quinto documento de la colección), sino que el sustantivo “pneu,ma” aparece usado de forma absoluta haciendo referencia a los hombres en el capítulo 22 de este Libro de los Guardianes. Adjuntamos una tabla en la que contrastamos el uso de pneu,ma en los dos capítulos donde más claramente se usa de forma absoluta para designar a ángeles y hombres. Con ello se pone de manifiesto la falta de objetividad de ciertas afirmaciones de los estudiosos:

407 J.H.ELLIOTT, 1 Peter…, p. 702 (nota 408).

408 Esto mismo en J.N.D.KELLY, A Commentary on the Epistles of Peter and of Iude, New York 1969, p.

154.

409 cf. J.H.ELLIOTT, 1 Peter…, p. 699.ELLIOT ofrece otros pasajes donde los ángeles son llamados espíritus, aunque esta palabra ya no es usada aíslada (estado absoluto): “spirits of the angels” (l En. 19:1).

410 Para resaltar todavía más la dificultad de asociar los espíritus de 3,19 con los ángeles, mencionamos brevemente lo que dice VOGELS sobre este tema. Este autor pone de relieve que, si se considera 3,19 en relación con el relato del diluvio tal y como aparece en la Biblia, y no como aparece en el libro de Henoch, la identificación de los “espíritus” con los ángeles no es tan obvia como pretenden los autores como ELLIOTT. Los ángeles que provocaron el diluvio en el relato del Gn no son denominados

“espíritus”, sino “hijos de Dios”. En los capítulos 6-9 del Gn aparecen usadas las palabra “pneuma” y

“psique”, que aparecen en 3,19-20. Estas palabras en el Génesis son aplicadas, ambas, a los hombres. La primera para hacer referencia a la vida en su conjunto, la segunda para hacer referencia a la parte del hombre que perdura tras la muerte (“espíritus = almas). (Cf. H-J. VOGELS, Christi Abstieg ins Totenreich..., p. 108ss).

411 “for two possible exceptions, see 98:3; 103:4.” ( J.H.ELLIOTT, 1 Peter…, p. 702 (nota 408)).

Capítulo 15-16: Lugar de los Guardianes412. Capitulo 22: Escatología de las almas413. Y se levantó y me dijo y escuche su voz: no temas,

Henoc, varón y escriba justo, acércate aquí y escucha mi voz. Ve y di (poreu,qhti kai. eivpe.) a los Guardianes (toi/j pe,mfasi,n) celestiales414 que te han enviado a rogar por ellos: Vosotros debierais haber rogado por los hombres; no los hombres por vosotros. ¿Por qué habéis dejado el cielo alto, santo y eterno, habéis yacido con mujeres, cometido torpezas con las hijas de los hombres y tomado esposas, actuando como los hijos de la tierra, y engendrado hijos gigantes? Vosotros, santos espirituales (pneu,mata), vivos con vida eterna, os habéis hecho impuros con la sangre de las mujeres, en sangre mortal habéis engendrado, sangre humana habéis deseado, produciendo carne y sangre como hacen los que son mortales y perecederos. Por eso les di mujeres, para que en ellas planten (sus semillas) y les nazcan hijos de ellas, para que así no falte criatura sobre la tierra. Vosotros, por el contrario, erais al principio espirituales ((pneu,mata)), vivos con vida eterna, inmortales por todas las generaciones del universo. Por eso no os di mujeres, pues los (seres) espirituales del cielo (ta.

pneu,mata tou/ ouvranou/) tienen en él su morada.

Ahora, los gigantes nacidos de los espíritus (avpo.

tw/n pneuma,twn) y de la carne serán llamados malos espíritus (pneu,mata ivscura.) en la tierra y sobre ella tendrán su morada. Malos espíritus (pneu,mata ponera.) han salido de su carne, porque de arriba fueron creados y de santos Guardianes (avgi,wn evgrhgo,rwn) fue su principio y su primer fundamento. Mal espíritu serán sobre la tierra, y malos espíritus (pneu,mata ponera.) serán llamados.

Los espíritus de los cielos (ta. pneu,mata tou/

ouvranou/) en el cielo tendrán su morada, y los espíritus de la tierra (ta. pnue,mata evpi. th/j gh/j), que han nacido sobre la tierra, en ella tendrán su morada415 Los espíritus de los gigantes (ta.

pneu,mata tw/n giga,ntwn), los nefilim, oprimen, corrompen, atacan, pelean, cuando tienen sed quedan ahítos. Y se alzan esos espíritus (pneu,mata) contra los hijos de los hombres y sobre las mujeres, pues de ellos salieron. Desde los días del asesinato, destrucción y muerte de los gigantes, dondequiera que hayan salido los espíritus de su cuerpo (ta.

pneu,mata evkporeuo,mena evk th/j yuch/j th/j sarko.j), perezca su carne sin juicio: así perezca hasta que se cumpla el día de la gran consumación del gran juicio, con el cual el universo todo se consumará

1 De allí fui a otro lugar, y se me mostró en occidente un monte grande y alto y una fuerte roca:

2 en medio de él había cuatro cavidades, cuyo interior era muy profundo, ancho y liso (tres oscuras y una luminosa, que tenía en medio una fuente de agua. Dije: ¡Qué lisas son estas cavidades, profundas y oscuras a la vista! 3 Entonces respondió Rafael, uno de los santos ángeles (a`gi,wn avgge,lwn), que estaba con migo y me dijo: —Estas cavidades son para que se reúnan en ellas los espíritus, las almas de los muertos (ta, pneu,mata tw/n yucw/n tw/n nekrw/n): para ello han sido creadas, para que agrupen a todas las almas de los hijos de los hombres (yuca.j tw/n avnqrw,pwn). 4 Estos lugares han sido hechos para que permanezcan aquí hasta el día de su juicio, hasta llegar su plazo, que es grande hasta que llegue su gran juicio.5 Y vi los espíritus de los hijos de los hombres (pneu/ma avnqrw,pou) que habían muerto, cuyas voces llegaban hasta el cielo, quejándose. 6 Entonces pregunté a Rafael, el ángel que estaba conmigo: ¿De quién es este espíritu (tou/to to. pneu/ma), que se lamenta y cuya voz alcanza así (el cielo). 7 Me respondió: .Este es el espíritu (tou/to to. pneu/ma) salido de Abel, al que mató Caín, su hermano, al que denuncia hasta que perezca su simiente sobre la faz de la tierra y desaparezca su estirpe de la raza humana. 8 Entonces pregunté sobre él y sobre el juicio de todo.

Añadí: -¿Por qué están separadas (esas cavidades) una de otra? 9 Me respondió: Esas tres fueron hechas para separar los espíritus de los muertos (ta.

pneu,mata tw/n nekrw/n). Así se separan las almas de los justos (ta. pneu,mata tw/n dikai,wn), (y permanecen) allí (donde) hay una fuente de agua viva y, sobre ella, una luz.10 Del mismo modo se ha hecho (un lugar) para los pecadores, cuando mueren y son sepultados en la tierra sin que hubiera juicio contra ellos en su vida. 11 Aquí son apartadas (cwri,zetai) sus almas (ta. pneu,mata autw/n), en este gran tormento, hasta el gran día del juicio, (para) venganza, tormento y castigo de esas almas (tw/n pneumatw/n); de los que eternamente maldicen. Aquí los atará (dh,sei) (Dios) por la eternidad. 12 Igualmente se ha apartado un lugar para las almas (pneu,masin) de los que se quejan refiriendo su pérdida, al haber sido asesinados en los días de los pecadores. 13 Y ésta ha sido creada para los espíritus de los hombres (toi/j pneu,masin tw/n avnqrw,pwn) que no serán santos, sino pecadores y que serán copartícipes de los impíos. Pero sus

412 Trad. F. CORRIENTE- A. PIÑERO, p. 52-53 (cf. Das Buch Henoch, ed. J. FLEMMING Y L.

RANDERMACHER, p. 40.42.44).

413 Trad. F. CORRIENTE- A. PIÑERO, p. 58-59 (cf. Das Buch Henoch, ed. J. FLEMMING Y L.

RANDERMACHER, p. 50.52.54).

414 Texto griego corrupto. Traducción desde el etiópico.

415 En este capítulo, tanto los ángeles como los gigantes (sus hijos) son llamados “espíritus”. Se diferencian entre sí, porque unos son celestes y otros terrestres.

junto con(?) los Guardianes e impíos. 2 Ahora, pues, di a los Guardianes (evgrhgo,roij) que te enviaron a interceder por ellos, que antes estaban en el cíelo: -En el cielo, pues, estabais y, aunque no se os habían revelado todos sus arcanos, conocíais un misterio fútil, que habéis comunicado a las mujeres por la dureza de vuestro corazón, y con este misterio han multiplicado mujeres y hombres la maldad sobre la tierra. Diles también: —Así, pues, no tendréis paz.

espíritus (ta. de. pneu,mata) —puesto que los que aquí son afligidos serán menos castigados— no serán juzgados en el día del juicio ni resucitarán de aquí.14 Entonces bendije al Señor de la gloria con estas palabras: —Bendito eres, mi Señor, Señor de la gloria y la justicia, que reinas eternamente”.

El uso que se hace en el capítulo 22 de la palabra pneu,ma aplicada a los hombres es paralelo al que se hace de esta palabra en los capítulos 15-16 aplicada a los ángeles.

En ambos capítulos, en unas ocasiones aparece en estado absoluto (p.j. 15,4.6; resp.

ángeles; 22,6.7.11.13: resp. a los hombres), y en otras aparece acompañada por un complemento que especifica a quién se refiere (cf. 15,7: espíritus del cielo

416

; 22,9:

espíritus de los hombres). “Espíritus” no es sinónimo sin más de ángeles, tal como muestra el versículo 15,7, pues cuando se quiere diferenciar a los ángeles (espíritus del cielo) de los gigantes (espíritus de la tierra) se usa la palabra “evgrhgo,rwn”

(guardianes)

417

.

El libro de Henoch y, por tanto, la tradición judía desmiente el repetido argumento de que la palabra pneu,ma en estado absoluto podía ser entendida sin más como “ángeles”. El libro de Henoch, por el contrario, muestra algo bien sabido por todos, a saber, que este término en la antigüedad era muy genérico y que en muchos casos, en el lenguaje coloquial, era sinónimo de alma, como sucede hoy en día

418

.

Hay que señalar, tal como hemos mostrado, que la palabra pneu,ma

419

no es la más característica para designar a los ángeles del diluvio en el primer documento de la colección, llamado Libro Etiópico de Henoch

420

. La palabra más característica para designar a los ángeles del diluvio en este documento es “Guardianes” evgrhgo,rwn

421

, de donde recibe su título: Libro de los Guardianes. La palabra pneu,ma comienza a ser

416 Esta palabra también es usada para referirse a los gigantes, hijos de ángeles y de las mujeres: “espíritus de la tierra”.

417 Esto ya fue apuntado por H-J.VOGELS, Christi Abstieg ins Totenreich ..., p. 101.

418 La descripción de las cámaras donde están las almas no dista mucho de la descripción de una prisión.

La idea está implícita.

419 J.H.ELLIOTT, 1 Peter…, p. 699.

420 Los ángeles rebeldes reciben diferentes nombres en el libro. Se les llama: ángeles, estrellas, guardianes o espíritus de los ángeles (cf. J.H.ELLIOTT, 1 Peter…, p. 699). En la tradición también son conocidos con estos diferentes nombres.

421 Henoch 10,9.14; 12,4; 13,10; 14,1.3; 15,2.9; 16,1. Además este nombre no sólo se usa en este libro, sino también en Jub 7,21; 10,5; T Neft 3,5 (cf. J.H.ELLIOTT, 1 Peter…, p. 699 (nota 398)).