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de Gn 6, pasaje al que hace referencia 1 Pe 3,19s

149

. Es en este primer libro donde se presenta a Henoch como portador de un mensaje a los espíritus (cf. Cap. 12), y donde los exegetas contemporáneos han querido leer el origen de las ideas de nuestra perícopa

150

, siendo 1 Pe 3,19

151

, según éstos autores, una cristianización de la doctrina encerrada en el Libro de los Guardianes.

Creemos, por tanto, que es conveniente hacer una breve presentación del

contenido de este primer libro de la colección para poder valorar las interpretaciones

que han asociado 1 Pe 3,19s con 1 de Henoch.

En contraste con tan escueta noticia, el autor del Libro de los Guardianes explica con detalle, en treinta y seis capítulos, los hechos que desencadenaron el castigo del diluvio y sus consecuencias.

En los capítulos 6 y 7, se explica como los ángeles desearon a las mujeres, y pactaron abandonar el cielo y mezclarse con ellas (6,2-8)

154

. Al mezclarse con las mujeres

155

, engendraron gigantes que se rebelaron contra los hombres llenando la tierra de sangre. Además les enseñaron artes hasta entonces desconocidas y sólo dominadas por ellos mismos

156

. Estas artes corrompieron a la humanidad

157

(7,1-6).

En el capítulo 8 se describe con detalle cuales fueron las artes enseñadas a las mujeres, y se citan los nombres de los ángeles que las enseñaron. Este capítulo acaba con el lamento de los hombres que perecieron a manos de los gigantes (los hijos de las mujeres y los ángeles)

158

, lamento que se eleva a Dios en busca de justicia.

Los ángeles del cielo, al escuchar los lamentos de los muertos, llevaron su queja ante Dios (Cáp. 9), el cual decidió exterminar la vida sobre la faz de la tierra enviando el diluvio. Como relata el pasaje bíblico, Dios, sin embargo, decidió salvar al hijo de Lachmech, Noé (10,1-3)

159

.

El libro continúa con una enumeración de las órdenes que Dios impartió a cada uno de los ángeles celestes que le habían transmitido los sufrimientos de los hombres.

Estos debían castigar a cada uno de los jefes de los “guardianes” (ángeles que habían abandonado el cielo y se habían mezclado con las mujeres) (10,4-15). Rafael debía atar a Assasel de pies y manos, arrojarlo a las tinieblas, abriendo la tierra en el desierto de

154 Cf. Libro 1 de Henoc (et y gr), trad. F. CORRIENTE- A. PIÑERO, en: Apócrifos del Antiguo Testamento Tom. IV, Ciclo de Henoc, ed. A. DIEZ MACHO, Madrid 1984, p. 42-43; Das Buch Henoch, ed. J.

FLEMMING Y L.RANDERMACHER, Leipzig 1901, p. 24.

155 Este pasaje fue comentado por Ireneo (cf. A.ORBE, Estudios sobre la teología Cristiana primitiva, Madrid 1994, p. 211ss). Para el obispo de Lión, éste fue el momento en el que los ángeles se sumaron a la rebelión iniciada por Satanás en el Paraíso.

156 Cf. Henoch 9,6: “Du hast gesehen, was Asassel getan hat, wie er alle Ungerechtigkeit auf Erden gelehrt und die ewigen Geheimnisse preisgegeben hat, die im Himmel bereitet werde“ (Traducción tomada de: S.UHLIG, Das äthiopische Henochbuch, en Jüdische Schriften aus hellenistisch-römischer Zeit, Band V (Apokalypsen)- Lieferung 6, Gütersloh 1984, p.525; cf. Trad. F. CORRIENTE- A. PIÑERO,p.

46; CF.Das Buch Henoch, ed. J.FLEMMING Y L.RANDERMACHER, Leipzig 1901, p. 28).

157 Cf. Henoch 10,8 (trad. F. CORRIENTE- A. PIÑERO,p. 46); cf. Das Buch Henoch, ed. J.FLEMMING Y L.

RANDERMACHER, Leipzig 1901, p. 32)).

158 En el capítulo 9,3 se dice “las almas de los hombres” (trad. F. CORRIENTE- A. PIÑERO, p. 45). En 9,10 se repite esta idea, pero esta vez especifica que se trata de las almas de los muertos: “… las almas de los que han muerto aclaman, se quejan hasta las mismas puertas del cielo...” (IBID., p. 46).

159 “Entonces el Altísimo, Grande y Santo, dio una orden y envió a Arsyalalyur al hijo de Lamech con estas palabras: Dile en mi nombre: «Ocúltate». Y revélale el final que va a llegar, pues va a perecer toda la tierra, y el agua del diluvio ha de venir sobre toda ella, y perecerá cuanto en ella haya. Instruyele, pues, que escape y quede su semilla para toda la tierra”.(10,1-3) (trad. F. CORRIENTE- A. PIÑERO,p. 46; cf. Das Buch Henoch, ed. J.FLEMMING Y L.RANDERMACHER, Leipzig 1901, p. 30).

Dudahel, cubriendo la grieta con rocas para que los allí encerrados no vieran más la luz

160

. Este lugar (ya de castigo) era pasajero, pues se dice que el día del juicio los allí encerrados serán arrojados al fuego eterno (10,4-6). Gabriel recibió el encargo de acabar con los hijos de los ángeles, los gigantes (10,9-11). Miguel fue enviado, como Rafael, a atar a Semjase y al resto de sus contemporáneos por setenta generaciones y, encerrarlos bajo los montes de la tierra hasta el día del juicio, entonces serán arrojados al abismo de fuego

161

.

El interés por el sino de estos “guardianes” parece derivar hacia el interés por el destino de justos e injustos

162

-en sintonía con el fin de este libro aclarado en los capítulos introductorios (conocer el fin de justos e injustos)-. El texto dice:

“Y el Señor dijo a Miguel: “Ve, anuncia (poreu,ou kai. dh/son) a Semyaza y a los otros que están con él, los que se unieron a las mujeres para corromperse con ellas en todas sus torpezas. Y cuando todos sus hijos hayan sido aniquilados y hayan visto la perdición de sus predilectos, átalos (deqh,sontai) por setenta generaciones bajo los collados de la tierra hasta el día de su juicio definitivo, hasta que se cumpla el juicio eterno. En ese día serán enviados al abismo del fuego, al tormentó, y serán encadenados en prisión eternamente. 14 Entonces, desde ese momento, arderá él y se deshará juntamente con ellos, y quedarán atados hasta la consumación de las generaciones. 15 Aniquila a todas las almas (pa,nta ta. pne,umata) lascivas y a los hijos de los Guardianes (touj, ui`ou.j tw/n evgrhgo,rwn) por haber oprimido a los hombres. 16 Elimina toda opresión de la faz de la tierra, desaparezca todo acto de maldad, surja el vastago de justicia y verdad, transfórmense sus obras en bendición y planten con júbilo obras de justicia y verdad eternamente. 17 Entonces serán humildes todos los justos, vivirán hasta engendrar a mil hijos y cumplirán en paz todos los días de su mocedad y vejez“

(10,11-17)163.

Los exegetas modernos se basan en los capítulos que siguen (11ss) para afirmar que 1 Pe 3,19 es una cristianización de la doctrina del Libro de Henoch. Estos están

160 Según este pasaje, el lugar donde los ángeles rebeldes son confinados está en el interior de la tierra.

161 El relato aclara que estos “guardianes-ángeles” permanecerán hasta el final atados, prisioneros, castigados (cf. 10,11-14). (Cf. Das Buch Henoch, ed. J.FLEMMING Y L.RANDERMACHER, Leipzig 1901, p. 32; De esta edición griega del libro de Henoch hemos sacado los términos griegos que adjuntamos entre paréntesis; creemos que pueden ser útiles para la comparación de este libro con 1 Pe 3,19).

162 Se utiliza a los ángeles y su castigo como exhortación y advertencia para justos e injustos. GSCHWIND y ELLIOTT defienden que con este mismo sentido es introducida la idea de los ángeles desobedientes en 1 Pe 3,19 (cf.J.H.ELLIOTT, First Peter…, p. 660; cf. K.GSCHWIND, Die Niederfahrt Christ…, p. 101-111).

163 Trad. F. CORRIENTE- A. PIÑERO, p. 47-48 (cf. Das Buch Henoch, ed. J. FLEMMING Y L.

RANDERMACHER, p. 32). La descripción del destino de los justos tiene muchos paralelos con la descripción de la tierra prometida narrada en el libro del Éxodo y también recuerda a la descripción de Apoc 22,2 que trata igualmente del destino escatológico de los fieles. El texto dice: “19 Plantarán en ella toda clase de árboles ámenos y vides, y la parra que se plante en ella dará fruto en abundancia. De cuanta semilla sea plantada en ella, una medida producirá mil, y cada medida de aceitunas producirá diez tinajas de aceite” (10,19). Durante el milenio, el diablo y sus ángeles seguirán atados (cf. Apoc 21).

dedicados a la figura de Henoch y a la misión que recibe de Dios. Comienzan con una presentación de la persona de Henoch, que está envuelta en misterio

164

.

“Ante de estos sucesos, Henoc estaba oculto, y ninguno de los hijos de los hombres sabía dónde se escondía, dónde estaba ni qué era de él. Su trato era con los ángeles y los Guardianes en sus días.”165 (12,1-2).

En el capítulo 12 del Libro de los Guardianes se narra como Henoch es llamado a la presencia de Dios para realizar un encargo, esto es, anunciar la condena a los ángeles que habían propagado el mal por la tierra. Este es el pasaje que sería el paralelo de 1 Pe 3,19:

“… y he aquí que los Guardianes me llamaron a mí, Henoc el escriba, y me dijeron: «. –Henoc, escriba justo, ve y dile (poreu,ou kai. eivpe)166 a los Guardianes del cielo (toi/j evgrhgo,roij tou/

ouvranou/)167 —que han dejado el las alturas del cielo (oi`,tinej avpolipo,ntej to.n ouvranon to.n u`vvyhlo,n)168 y se han corrompido con mujeres, actuando como los hijos de los hombres, tomando

‘mujeres y corrompiéndose sobremanera en la tierra— que no tendrán paz ni remisión de sus pecados, pues no se regocijarán en sus hijos, verán el asesinato de sus predilectos, se lamentarán por la perdición de sus hijos y suplicarán continuamente, pero no alcanzarán misericordia ni paz.

Fue Henoc, y dijo (ei=pen poreu,ou) a Azazel: -No tendrás paz: contra ti se ha pronunciado la grave sentencia de atarte. No alcanzarás reposo ni misericordia ni intercesión por la iniquidad que has enseñado y por los actos de blasfemia, violencia y pecado que has mostrado a los hombres. Yendo yo entonces, les hablé (poreuqei.j ei.reka)169 a todos juntos, y todos temieron, apoderándose de ellos el temor y el temblor” 170 (12, 3-13,3).

Los guardianes asustados al oír las palabras de Henoch, le pidieron que intercediese por ellos ante Dios:

“Me rogaron que les escribiese un memorial de súplica para que obtuviesen perdón y que yo lo llevase ante el Señor del cielo, pues ellos ya no podían hablar (con él) ni alzar sus ojos al cielo, avergonzados a causa de la culpa por la que habían sido condenados.”171 (13,4-5).

164 Según la Biblia, este personaje fue arrebatado a los cielos y no conoció la muerte. “21 Henoch tenía 65 años cuando engendró a Matusalén. 22 Henoch anduvo con Dios; vivió, después de engendrar a Matusalén, trescientos años, y engendró hijos e hijas. 23 El total de los días de Henoch fue de 365 años. 24 Henoch anduvo con Dios, y desapareció porque Dios se lo llevó.” (Gn 5, 21-24).

165 Trad. F. CORRIENTE- A. PIÑERO, p. 49 (cf. Das Buch Henoch, ed. J.FLEMMING Y L.RANDERMACHER, Leipzig 1901, p. 24).

166 Esta acción de Henoch es la que, según los exegetas, se cristianiza en el pasaje de 1 Pe 3,19 (resp.

predicación).

167 No se usa la palabra “espíritus”.

168 No se dice que estos ángeles fuesen desobedientes.

169 En este texto aparece la construción “ve y di” en tres ocasiones. Ni una sola vez se usa el verbo khru,ssw (Cf. 1 Pe 3,19: “poreuqei.j evkh,ruxen”).

170 Trad. F. CORRIENTE- A. PIÑERO, p. 49 (cf. Das Buch Henoch, ed. J.FLEMMING Y L.RANDERMACHER, p. 34.36).

171 Trad. F. CORRIENTE- A. PIÑERO, p. 49 (cf. Das Buch Henoch, ed. J.FLEMMING Y L.RANDERMACHER, Leipzig 1901, p. 36).

Henoch lee la suplica ante Dios y se queda dormido. En sueños recibe la respuesta en forma de visiones:

“7 Me marché y permanecí en las aguas de Dan, en (el pais de) Dan, que está a la derecha del occidente del Hermón, recitando su memorial de ruego hasta dormirme. 8 Y he aquí que tuve un sueño y experimenté visiones, viendo imágenes de castigos y (ordenándoseme) que hablase a los hijos del cielo y los increpara“172 (13, 7-8).

Henoch se despierta y va a comunicar a los ángeles la respuesta recibida en sueños, un mensaje tan duro como el primero.

“Me desperté y fui hacía ellos, que se encontraban reunidos haciendo duelo en Ubelseyael, entre el Líbano y Seneser, con los rostros cubiertos. Les conté entonces cuantas visiones había tenido en mi sueño y comencé a decir estas palabras justas y a reprender a los Guardianes celestes.

(evgrhgo,rouj tou/ ouvranou/)” (13,9-10)....”Yo he escrito vuestro ruego, pero en mi visión se me ha mostrado que no os valdrá vuestra súplica en todos los días de la eternidad, pues firme es la sentencia contra vosotros: no tendréis paz. Ya no subiréis al cielo por toda la eternidad, pues se ha decretado ataros a la tierra (desmoi/j th/j gh/j) por todos los días de la eternidad”173 (14,4-5)....

En los capítulos 15-16 es el mismo Dios el que confirma a Henoch lo comunicado mediante visiones

174

.

El libro prosigue (Cap. 17ss) con una descripción de un viaje de Henoch por el cosmos, donde le son revelados los secretos del mismo. En estos capítulos se describen

172 Trad. F. CORRIENTE- A. PIÑERO, p. 50 (cf. Das Buch Henoch, ed. J.FLEMMING Y L.RANDERMACHER, Leipzig 1901, p. 36).

173 Trad. F. CORRIENTE- A. PIÑERO, p. 50 (cf. Das Buch Henoch, ed. J.FLEMMING Y L.RANDERMACHER, p. 38).

174 “… no temas, Henoc, varón y escriba justo, acércate aquí y escucha mi voz. Ve y di (poreu,qhti kai.

eivpe.) a los Guardianes (toi/j pe,mfasi,n) celestiales que te han enviado a rogar por ellos: Vosotros debierais haber rogado por los hombres; no los hombres por vosotros. ¿Por qué habéis dejado el cielo alto, santo y eterno, habéis yacido con mujeres, cometido torpezas con las hijas de los hombres y tomado esposas, actuando como los hijos de la tierra, y engendrado hijos gigantes? Vosotros, santos espirituales, vivos con vida eterna, os habéis hecho impuros con la sangre de las mujeres, en sangre mortal habéis engendrado, sangre humana habéis deseado, produciendo carne y sangre como hacen los que son mortales y perecederos. Por eso les di mujeres, para que en ellas planten (sus semillas) y les nazcan hijos de ellas, para que así no falte criatura sobre la tierra. Vosotros, por el contrario, erais al principio espirituales, vivos con vida eterna, inmortales por todas las generaciones del universo. Por eso no os di mujeres, pues los (seres) espirituales del cielo (ta. pneu,mata tou/ ouvranou/) tienen en él su morada. Ahora, los gigantes nacidos de los espíritus (avpo. tw/n pneuma,twn) y de la carne serán llamados malos espíritus (pneu,mata ivscura.) en la tierra y sobre ella tendrán su morada. Malos espíritus (pneu,mata ponera.) han salido de su carne, porque de arriba fueron creados y de santos Guardianes (avgi,wn evgrhgo,rwn) fue su principio y su primer fundamento. Mal espíritu serán sobre la tierra, y malos espíritus (pneu,mata ponera.) serán llamados. Los espíritus del cielo (ta. pneu,mata tou/ ouvranou/) en el cielo tendrán su morada, y los espíritus de la tierra, que han nacido sobre la tierra, en ella tendrán su morada” (15,1-10) Trad. F. CORRIENTE- A.

PIÑERO, p. 52-53 (cf. Das Buch Henoch, ed. J.FLEMMING Y L.RANDERMACHER, p. 40.42).

El relato sobre el pecado y castigo de los guardianes acaba con una contundente condena dirigida por Dios a los ángeles: “Ahora, pues, di a los Guardianes (evgrhgo,roij) que te enviaron a interceder por ellos, que antes estaban en el cielo: En el cielo, pues, estabais y, aunque no se os habían revelado todos sus arcanos, conocíais un misterio fútil, que habéis comunicado a las mujeres por la dureza de vuestro corazón, y con este misterio han multiplicado mujeres y hombres la maldad sobre la tierra. Diles también:

Así, pues, no tendréis paz” (16,2-4) (Trad. F. CORRIENTE- A. PIÑERO, p. 53 (cf. Das Buch Henoch, ed. J.

FLEMMING Y L.RANDERMACHER, p. 44)).

los confines de la tierra, las cavernas que guardan los vientos, las que guardan las aguas, el lugar donde el sol se oculta al caer la tarde, las columnas que sostienen los cielos...

(cf. Cáp. 17-18)

175

. En esta descripción se integra la concepción escatológica que marca el judaísmo primitivo

176

. En el cosmos también hay un lugar para los ángeles transgresores y para los muertos (Cap. 18ss

177

).

Aquí se habla (en forma críptica) de un lugar entre el cielo y la tierra donde son retenidos los ángeles responsables del diluvio

178

. Esta presentación críptica

179

contrasta

175 Estos capítulos han sido utilizados por algunos investigadores modernos para introducir el libro de Henoch en la categoría de los relatos “Himmelfahrt”. Esto parece dar la razón a aquellos que quieren asociar 1 Pe 3,19 al libro de Henoch y a la Ascensión. Sin embargo, creemos que el Libro de los Guardianes, en su conjunto, difícilmente puede encuadrarse en este tipo de literatura. El Libro de los Guardianes está dominado por la idea de que los ángeles abandonaron el cielo, y que Henoch, que se encontraba en los cielos, desciende para llevarles un mensaje de condena.

176 Una descripción parecida, se encuentra en el Libro segundo de la colección Cap 60,7ss. En este libro aparece la idea de que los ángeles son los Señores de este mundo (cf. J.DANIELOU, Théologie du Judéo-christianisme, Paris 1958, p.142s; breve alusión a este tema en M. SIMONETTI, La morte di Gesù in Origene, Rivista di Storia e Letteratura Religiosa 8 (1972) 35: cita pasajes donde Orígenes recoge esta creencia).

177 El capítulo 20 es una descripción de la misión de los ángeles buenos (Uriel, (encargado del mundo y del tártaro), Rafael, Raguel,...). Tras este capítulo se vuelve a la descripción de los lugares donde se encuentran los ángeles y los muertos.

178Cap 18-19: Hay un lugar al otro lado de la tierra grande, donde se juntan las aguas. Vi una profunda sima de la tierra con columnas descendentes de fuego celeste de infinita altura y profundidad. Sobre aquella sima vi un lugar sobre el que no había firmamento, ni bajo él fundamento de tierra, ni agua, ni aves, sino que era un lugar desértico y terrible. Allí vi siete estrellas como grandes montes envueltos en llamas. Pregunté acerca de ellas, y respondió el ángel: —Este es el lugar donde acaban los cielos y la tierra, el cual sirve de cárcel (desmwth,rion) a los astros y potencias del cielo. Los astros que se retuercen en el fuego son los que han transgredido lo ordenado por Dios (oi` paraba,ntej pro,stagma kuri,ou) antes de su orto, no saliendo a su tiempo: se ha enojado con ellos y los ha encarcelado (e;dhsen) hasta que expíen su culpa (a`marti,aj) en el año del misterio. Continuó Uriel: Aquí permanecerán los ángeles (a;ggeloi) que se han unido a las mujeres. Tomando muchas formas han corrompido a los hombres y los seducen a, hacer ofrendas a los demonios como a dioses, hasta el día del gran juicio, en que serán juzgados hasta que se acabe con ellos. Y sus mujeres, las que han seducido a los ángeles (avgge,lwn) celestes, se convertirán en sirenas. Yo sólo, Henoc, he visto la visión de los confines de todo, y ningún hombre la ha visto como yo.

(Trad. F. F. CORRIENTE- A. PIÑERO, p. 55-56 (cf. Das Buch Henoch, ed. J. FLEMMING Y L.

RANDERMACHER, p.46.48). En esta descripción se dejan sentir las infuencias asirias y caldeas con fuerte carga astrológica (cf. J.DANIELOU, Le mauvais gouvernement du monde…, p. 541). En estas religiones, las estrellas en su ocaso, como el sol mismo, eran encerradas en cámaras en lo subterraneo de la tierra, al oeste. Este pasaje del Libro de los Guardianes podría estar reflejando estas ideas. Si así fuese, no habría que situar el lugar de los ángeles malvados en los cielos. Este pasaje, de este modo leído, no entraría en contradicción con lo dicho en el capítulo 12, donde se lee claramente que los ángeles malvados están encerrados en el interior de la tierra.

En el judaísmo, además, el lugar de fuego y castigo de los ángeles era situado en los infiernos (Cf. IQH 17,13: “El fuego en lo profundo del mundo subterraneo”). (A.ORBE, Supergrediens angelos, p.13s:).

Estos capítulos, pues, no serían apoyo para los que asocian 1 Pe 3,19 con la Ascensión. En el Libro de los Guardianes no aparece clara de idea de que los ángeles estén encerrados en el segundo cielo. Esta idea aparecerá claramente en documentos judíos posteriores, como el Segundo Libro de Henoch o en el Testamento de Levi.

179 En el Cap 21 encontramos otra descripción de la prisión los ángeles: “Continué mi recorrido hasta el caos, y vi algo terrible: vi que ni había cielo arriba ni la tierra estaba asentada, sino (que era) un lugar desierto, informe v terrible. 3 Allí vi siete estrellas del cielo atadas (dedeme,nouj) juntas en aquel lugar, como grandes montes, ardiendo en fuego. Entonces pregunté: ¿Por qué pecado han sido atadas (evpedh,qhsan) y por qué han sido echadas ahí? Respondió Uriel, uno de los santos ángeles, que iba

con la claridad con la que en los cap. 10,ss se describe y sitúa este lugar de castigo, en la tierra, y más concretamente

180

, un su interior

181

.

En esta sección cosmológica-escatológica, también, se describe el lugar de reposo de las almas de los hombres que son denominadas espíritus

182

. El Libro de los

conmigo guiándome: Henoc, ¿por quién preguntas y por quién averiguas e inquieres fatigándote? Estos son aquellas estrellas que transgredieron la orden de Dios Altísimo (paraba,ntej th.n evpitagh.n tou/

kuri,ou) y fueron atadas (evde,qhsan) aquí hasta que se cumpla la miriada eterna, el número de los días de su culpa (a`marthma,twn). Y de allí fui a otro lugar, aún más terrible que aquél, y vi algo horrendo: un gran fuego que ardía y llameaba, pues en aquel lugar había una hendidura (que llegaba) hasta el abismo, lleno de grandes columnas ígneas, descendentes, cuya magnitud y grosor no pude ver ni conjeturar. Entonces exclamé: —¡Qué horrible es este lugar y qué angustioso de mirar! Entonces me contestó Uriel, uno de los santos ángeles, que estaba conmigo. Me dijo así: -Henoc, ¿por qué ese temor tuyo y turbación tan grandes? (Respondí): —A causa de este terrible lugar y a la vista de este horror. , 10 Añadió: —Este lugar es la cárcel de los ángeles (desmwth,rion avgge,lwn), y aquí serán retenidos (sunsceqh,sontai) hasta la eternidad.” (Trad. F. CORRIENTE- A. PIÑERO, p. 57 (cf. Das Buch Henoch, ed. J. FLEMMING Y L.

RANDERMACHER, p. 50). Este pasaje no tiene grandes coincidencias con 1 Pe 3,19, pese a lo que digan los exegetas modernos, pues aquí Henoch no aparece como mensajero enviado a los ángeles. Aquí es un simple espectador.

180 En el libro segundo de esta colección, en el Cap. 67,4ss, se dice que los ángeles malvados serán atados en la tierra.

181 Creemos que la descripción críptica de estos capítulos no permite situar el lugar del castigo ni en la tierra, ni en los cielos (como pretenden muchos exegetas actuales). ACHTEMEIER es de nuestra misma opinión: “That such a prison exists for evil “spirits,” however, is assumed both in the NT and in Jewish tradition, particularly the ‘of traditions concerning Enoch, although the location of the prison is unclear, that is, whether it is in the earth or at the end of both heaven and earth. Such ambiguity prevents us at this point from coining to any firm conclusion about the prison’s location.” (P. J.ACHTEMEIER, 1 Peter. A Commentary on First Peter, Minneapolis 1996, p.256). Cf. IBID., p. 256, en nota 198 donde se identifica con el Hades: “Apparently assumed by Rev 20:3 (av.bussoj); 2 Pet 2:4 (ta,rtaroj); so also-in 1 Enoch 10.4, 14.5; 15.8, 10; 18.12-14; 67.7; 103.3-7; Jub. 5.6; 1QH S.17-18; on this point, see Schwank et al., 76;

Reicke, Spirits. 116; Best, 143), in the heavens. IBID., p. 256 en nota 199: Eph 6:12;2 Enoch 7.1-3; 18.3:

T. Levi 3.1-3; on this point, see Dalton, Christ’s Proclamation (2d. ed.). 169-170; Brox, 175-76)”,… . También cf. IBID., p. 256 en nota 200 donde se podría asociar con el cielo.

182 Cap22: 1 De allí fui a otro lugar, y se me mostró en occidente un monte grande y alto y una fuerte roca: 2 en medio de él había cuatro cavidades, cuyo interior era muy profundo, ancho y liso (tres oscuras y una luminosa, que tenía en medio una fuente de agua. Dije: ¡Qué lisas son estas cavidades, profundas y oscuras a la vista! 3 Entonces respondió Rafael, uno de los santos ángeles, que estaba conmigo y me dijo:

—Estas cavidades son para que se reúnan en ellas los espíritus, las almas de los muertos (ta, pneu,mata tw/n yucw/n tw/n nekrw/n): para ello han sido creadas, para que agrupen a todas las almas de los hijos de los hombres (yuca.j tw/n avnqrw,pwn). 4 Estos lugares han sido hechos para que permanezcan aquí hasta el día de su juicio, hasta llegar su plazo, que es grande hasta que llegue su gran juicio.5 Y vi los espíritus de los hijos de los hombres (pneu/ma avnqrw,pou) que habían muerto, cuyas voces llegaban hasta el cielo, quejándose. 6 Entonces pregunté a Rafael, el ángel que estaba conmigo: ¿De quién es este espíritu (pnu/ema), que se lamenta y cuya voz alcanza así (el cielo). 7 Me respondió: .Este es el espíritu (pneu/ma) salido de Abel, al que mató Caín, su hermano, al que denuncia hasta que perezca su simiente sobre la faz de la tierra y desaparezca su estirpe de la raza humana. 8 Entonces pregunté sobre él y sobre el juicio de todo. Añadí: -¿Por qué están separadas (esas cavidades) una de otra? 9 Me respondió: Esas tres fueron hechas para separar los espíritus de los muertos (ta. pneu,mata tw/n nekrw/n). Así se separan las almas de los justos (ta. pneu,mata tw/n dikai,wn), (y permanecen) allí (donde) hay una fuente de agua viva y, sobre ella, una luz.10 Del mismo modo se ha hecho (un lugar) para los pecadores, cuando mueren y son sepultados en la tierra sin que hubiera juicio contra ellos en su vida. 11 Aquí son apartadas sus almas (pneu,mata), en este gran tormento, hasta el gran día del juicio, (para) venganza, tormento y castigo de esas almas (pneumatw,n); de los que eternamente maldicen. Aquí los atará (dh,sei) (Dios) por la eternidad. 12 Igualmente se ha apartado un lugar para las almas (pneu,masin) de los que se quejan refiriendo su pérdida, al haber sido asesinados en los días de los pecadores. 13 Y ésta ha sido creada para los espíritus de los hombres (toi/j pneu,masin tw/n avnqrw,pwn) que no serán santos, sino pecadores y que serán copartícipes de

Guardianes es un testigo cualificado de la escatología judía. En éste se presenta a los hombres encerrados en cámaras subterráneas, existiendo cámaras para buenos y malos, donde unos reposan y otros sufren el castigo a la espera del Juicio definitivo

183

(que no cambiará su estado de condena o salvación, sino que lo confirmará para la eternidad).

La existencia de diversas cámaras para justos e injustos será un dato importante a la hora de considerar el alcance de la doctrina de la salvación otorgada por Cristo en el Hades a la que se hace referencia en la primitiva Iglesia.

El Libro de los Guardianes describe en los capítulos que siguen lo que podría identificarse con el paraíso (Cáp.24ss), donde se dice que morarán los justos que tuvieron misericordia y alabaron a Dios (Cáp. 27)

184

.

Hasta aquí llega nuestra presentación y descripción del Libro de los Guardianes.

Los paralelismos entre este libro y 1 Pe 3,18ss están ahí

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. Pero hay que considerar que estos paralelismos no son tan claros como algunos pretenden, de ahí que no haya una interpretación unánime en esta corriente que intenta aclarar nuestro pasaje desde el libro de Henoch. Veamos a continuación las divergencias que se dan en ella, y cómo se ha intentado interpretar y superar la dificultad de interpretación de 3,18ss con ayuda del libro de Henoch redescubierto en nuestros tiempos.

los impíos. Pero sus espíritus (pneu,mata)—puesto que los que aquí son afligidos serán menos castigados— no serán juzgados en el día del juicio ni resucitarán de aquí.14 Entonces bendije al Señor de la gloria con estas palabras: —Bendito eres, mi Señor, Señor de la gloria y la justicia, que reinas eternamente” (Trad. F. CORRIENTE- A. PIÑERO, p. 58-60 (cf. Das Buch Henoch, ed. J.FLEMMING Y L.

RANDERMACHER, p. 50.52). En este pasaje, las almas de los muertos son denominadas “espíritus”. Esta palabra es utilizada en repetidas ocasiones en este texto para referirse a los hombres, incluso en estado absoluto, esto es, sin calificativo alguno. Este es un dato que han ignorado todos los exegetas actuales que han defendido la relación de 1 Pe 3,19 y Henoch. Han afirmado que en el Libro de los Guardianes no se denomina nunca a los hombres “espíritus”, y mucho menos se usa esta palabra en sentido absoluto para hacer referencia a los hombres. El texto que acabamos de ofrecer muestra cómo los exegetas actuales, desde posturas y afirmaciones preconcebidas, defienden sus teorías, y han caído en el error de repetir tópicos, como el del uso del término “pneuma” en Henoch. Inadmisible. Esto muestra lo interesado de sus interpretaciones. Esta forma interesada de leer los textos devalúa sus interpretaciones.

183 Esta idea se repite en el segundo libro de esta colección en el capítulo 51.

184 Según esto, el libro de Henoch distingue en la escatología un lugar de condena para los ángeles, otro para los hombres malvados. Ambos lugares son pasajeros y durarán hasta el día del juicio. Por su parte, los justos están guardados en un lugar con luz y agua (al parecer también subterráneo), y su destino final será el paraíso.

185 “On the whole we are justified in placing the Book of Enoch as an important background to the passage we studying” (B.REICKE, The Disobedient..., p. 67). Hay otros pasajes de la colección de libros que componen el libro 1 de Henoch que han sido utilizados para apoyar la teoría de la dependecia de 1 Pe con esta tradición. Estos pasajes corresponden a los libros 2 (cap 64ss) y 5 (p.j. Henoch 107,13ss). En estos se trata también el tema de los ángeles, su estado y su destino. Además se hacen valer como garantes de esta tradición otros textos judíos: 3 Baruc; Test Lev, libr II, libr III,2.3.7.8; libr IV,8; Test Rub 5,2; Tev Jud XVIII,1. Esta tradición se dejó sentir igualmente en escritores cristianos ortodoxos y heterodoxos: Evg Ped 39-42; Psclementinas 8,10-20; Origenes, De Princi IV, 35; Justino, Apol 2,5; PsBer 5,3; 15; Ireneo, AH I,15,6; IV,16,2; IV,36,4;V,28,2; Clem Alej, Ed. Proph iii, 456,474; Strom III,9.