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SUELOS DE LAS FORMACIONES COLUVIALES PERIFÉRICAS

2.4. Relevancia como registro geológico

2.5.8. SUELOS DE LAS FORMACIONES COLUVIALES PERIFÉRICAS

El perfil descrito de estos suelos (LADE-012) está situado en el hemidelta izquierdo. Es un suelo moderadamente profundo limitado a unos 60 cm por una capa de grava cementada por carbonato cálcico (horizonte petrocálcico), que mantiene en este perfil una capa colgada de agua. La capa laborable (hasta unos 40 cm) es de textura media, de textura franca a franco-limosa. Por debajo, entre 40 y 60 cm el suelo es de textura franco-arcillosa.

Ocupan también una superficie muy pequeña del Delta. La profundidad efectiva del suelo limita el establecimiento de drenaje subterráneo.

51 2.6. Hidrología deltaica

La llanura deltaica, a causa de su explotación agrícola, tiene una hidrología particular. Con la finalidad de que el agua del río llegue a cualquier punto del delta, existen dos grandes canales de riego que la distribuyen: el canal de la derecha, que aporta agua al hemidelta derecho (meridional), y el canal de la izquierda que abastece al izquierdo (septentrional). Ambos canales captan el agua directamente del río Ebro, a la altura del azud de Xerta-Tivenys.

Las transformaciones debidas al cultivo del arroz, unidas a la regulación del caudal del río motivada por los embalses situados aguas arriba, han producido una intensa modificación del ciclo hidrológico natural de la zona. Por una parte, en la actualidad no se produce inundación de origen fluvial; existe un período seco que transcurre de noviembre a abril, motivado por el cierre de la red de canales de riego tras efectuar la cosecha del arroz, y un período húmedo de mayo a octubre cuando la red de riego está abierta para surtir el expresado cultivo. Esta situación ocasiona una divergencia notable respecto a lo que ocurre en otras zonas húmedas mediterráneas, pues el máximo de superficie inundada se da aquí durante la primavera y el verano, y el mínimo durante el invierno, de forma completamente independiente al verdadero caudal del río que es máximo de marzo a mayo, y mínimo de julio a septiembre. Finalmente, se ha de destacar que el aporte de estos caudales de agua procedentes del río a todos los ambientes del Delta, y en especial a las lagunas, han producido una dulcificación de las aguas originalmente más salobres.

Además del río, los principales ambientes limnéticos deltaicos son los siguientes:

Los canales. La red principal tiene un caudal medio de 35-40 m3/s, y con su acción continua de lavado o lixiviación de los campos, así como con las constantes filtraciones de agua dulce a través de una extensa red de acequias a cielo abierto, revestidas o no, se desaliniza progresivamente el suelo.

Los arrozales. De abril a noviembre funcionan como una auténtica laguna temporal muy somera (10-20 cm de aguas permanentemente dulces) y una

elevada tasa de renovación (de 3 a 5 días), con un aporte irregular de agua en función del momento del ciclo de cultivo y con una entrada de nutrientes de origen agronómico (P, N y K) muy inconstante pero, en general, muy elevada.

Se trata, pues, de cubetas eutróficas donde prosperan algas de elevada tasa de reproducción que pueden compensar las pérdidas poblacionales por arrastre. Este efecto puede verse ligeramente disminuido por la proliferación de la siembra en seco que se viene dando, en algunas zonas deltaicas, en los últimos tiempos con motivo de la lucha contra la plaga del caracol-manzana (Pomacea canaliculata, spp.).

Las lagunas litorales. Se hallan conectadas con los arrozales a través de la red de canales de riego y son unos indicadores, a mayor escala, de los mismos procesos que tienen lugar en los campos de cultivo. De poca profundidad, raramente más de 1.50 m., con un máximo de 2.00 m. en la laguna de la Encanyissada. En algunas de las lagunas (Encanyissada, Olles o Goleró, Platjola) los problemas de eutrofización son muy acentuados, y la abundante suspensión de materia orgánica en el agua impide el crecimiento de macrófitos sumergidos, por falta de radiación solar que llegue al fondo de la cubeta. Las lagunas, por otra parte conectadas en su mayoría por emisarios con el mar, tienen un grado variable de salinidad y están, así mismo, influenciadas por el ciclo del cultivo del arroz. De abril a noviembre, el agua tiene un gradiente que va de dulce a salobre, mientras que de noviembre a abril el gradiente es de salada a salobre. Todas estas oscilaciones comportan una particular estructuración de las comunidades acuáticas y helofíticas, así como del conjunto de organismos que pueblan la laguna.

Las bahías. El Delta, como ya se ha dicho, presenta dos bahías de aguas someras en sus extremos norte y sur: la Bahía del Fangar y la Bahía dels Alfacs, respectivamente. Ambas son dos extensiones de agua semicerradas que forman cubetas de escasa profundidad. Reciben un notable aporte directo de agua dulce procedente de los canales de desagüe. Estas bahías poseen capacidades muy distintas, 16 hm3 la del Fangar y 153 hm3 la de Alfacs.

Contienen parcialmente agua marina diluida por los aportes comentados de agua dulce, procedentes de los excedentes de riego de la llanura deltaica. En las bahías se alcanzan unos niveles de producción biológica diez veces

53 superior, por unidad de volumen, a las del mar circundante. La gran capacidad productiva que poseen las bahías se debe al equilibrio existente entre los aportes nutritivos que reciben de la llanura deltaica y el tiempo que residen éstos dentro de las bahías antes de salir al mar (SERCOSA, 2007).

Los ojales o “ullals”. Los “ullals” son fuentes o surtidores naturales que inundan zonas más o menos extensas denominadas marjales. El agua de estos surtidores procede de las precipitaciones que caen en las cordilleras vecinas (Ports, Montsià, Boix-Cardó) y que se infiltran fácilmente gracias a la naturaleza cárstica y fisurada de estos relieves. De hecho, las áreas de ojales corresponden a las zonas de descarga del acuífero que se extiende entre estas sierras y el delta del Ebro. Los materiales aluviales deltaicos, poco permeables, actúan como un tapón frente al flujo subterráneo, lo que provoca un afloramiento ascendente del agua, tal y como sucede con los pozos artesianos.

Por este motivo, los ojales se localizan principalmente en la zona de contacto entre los materiales pliocuaternarios y los holocénicos deltaicos, es decir, a lo largo del margen interno del delta del Ebro, desde Amposta hasta Sant Carles de la Ràpita y desde Amposta hasta L'Ampolla. No obstante, algunos de estos puntos se sitúan en el mismo cauce del río (peceras) o, incluso, en el fondo del mar o en la misma línea litoral.

Las aguas subterráneas. El sistema hidrogeológico del delta del Ebro es bastante complejo y está formado por tres acuíferos principales: el acuífero superficial, el acuífero intermedio y el acuífero inferior, que pasamos a relacionar respectivamente a continuación:

- El acuífero superficial, mayoritariamente libre, presenta una potencia bastante homogénea de unos 5-10 m. Los materiales predominantes son las arenas finas, producto de la progradación holocénica de la línea litoral deltaica, si bien hay intercalaciones de algunos paleocanales fluviales, depósitos arcillosos de laguna y formaciones turbáceas en los ambientes palustres. El nivel piezométrico de este acuífero se localiza normalmente a escasos decímetros de profundidad. En condiciones naturales, la salinidad de las aguas sería muy variable. En los ambientes fluviales y palustres (ojales, río y zonas de influencia) predominarían las aguas dulces, mientras que hacia el mar, gracias a la alta permeabilidad y a la escasa elevación del terreno, se favorecería la intrusión marina. Actualmente, el ciclo de inundación con

agua dulce de los arrozales, que afecta a la mayor parte de la llanura aluvial, y la densa red de canales de drenaje provocan un lavado de las sales en los niveles más superficiales del acuífero superficial. Por este motivo, las aguas subterráneas son hoy moderadamente salinas en la capa más superficial de este acuífero (1-3 m) y bastante salinas, o incluso hipersalinas, en la parte basal. Por otro lado, la disminución de la descarga fluvial y de las inundaciones ha provocado una permanencia más prolongada de la cuña salina y un incremento de la salinidad en el freático de las áreas fluviales adyacentes. La alternancia de materiales geológicos de diferentes permeabilidades (arenas litorales, limos fluviales, fangos de laguna, etc.) ocasiona la semiconfinación de este acuífero en algunas zonas. Una consecuencia de este hecho es, por ejemplo, la formación de extensos niveles de salmueras, producto de la evaporación del agua marina que ha quedado aislada en algunos depósitos arenosos.

- El acuífero intermedio presenta una permeabilidad hidráulica muy baja (acuitardo), ya que está formado mayoritariamente por arcillas y limos de prodelta. Estos sedimentos finos se han ido depositando en ambientes marinos a medida que el delta iba avanzando por progradación durante el último ascenso eustático marino. La potencia de este acuífero va aumentando progresivamente de 10 a 50 m desde la parte proximal hasta la parte más distal deltaica.

- El acuífero inferior es de tipo multicapa, ya que, si bien predominan las gravas fluviales, estas gravas se intercalan con una cierta frecuencia con sedimentos marinos y perifluviales más finos. Estos materiales datan de hace unos 80.000 años, antes del último ascenso eustático marino. De hecho, constituyen la base sobre la que reposa el delta holocénico. Los escasos estudios que hay sobre este acuífero ponen de manifiesto su alto grado de complejidad, ya que algunos procesos tectónicos (subsidencia, fallas, etc.) han conducido a la formación de discontinuidades sedimentarias. En términos generales, se caracteriza por presentar una gran permeabilidad, si bien se trata de un acuífero cautivo dado el bajo gradiente hidráulico existente. Algunos estudios suponen que es ligeramente surgente en algunos puntos próximos a la línea litoral en mar abierto. Este acuífero se desarrolla entre los 70 y los 500 m de profundidad, aunque en la zona proximal deltaica la potencia disminuye. La salinidad del agua es baja en los niveles más superficiales y en la zona más proximal del delta, áreas en las que se produce una cierta recarga a partir del río y del freático perideltaico; en los niveles más profundos el agua es salabrosa o salina.

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3. LA AGRICULTURA DEL DELTA. SINTESIS