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Los efectos del Acuerdo negociado: Modelo de equilibrio general computable

Aunque existen varios estudios sobre el acuerdo UE-Mercosur (para una revisión véase Gómez Gómez-Plana, 2021), pocos de ellos han incorporado el resultado del acuerdo que se alcanzó el junio de 2019. Esta es una característica clave de nuestro estudio en el que hemos analizado cuidadosamente los textos disponibles para traducirlos en simulaciones lo más realistas posibles. En efecto, el presente trabajo, basa gran parte de sus simulaciones, como la reducción arancelaria y de cuotas negociadas, la apertura a la Inversión Extranjera Directa o de la contratación pública en los capítulos y anexos del acuerdo negociado. En esos capítulos se plasma, por ejemplo, qué sectores se liberalizan y cuáles no, así como, indicaciones sobre el grado de ambición en la liberalización.

En este trabajo realizamos un análisis pormenorizado del impacto ex ante del acuerdo utilizando, principalmente, técnicas de equilibrio general computable (Modelos de equilibrio general aplicado, MEGAs o Computable General Equilibrium, CGE, Models).

Nuestro MEGA multi-sector, multi-factor y multi-región de la economía mundial ha sido publicado en revistas científicas (Latorre, Olekseyuk y Yonezawa, 2019; Latorre, Olekseyuk y Yonezawa, 2020; Latorre, Olekseyuk, Yonezawa y Robinson, 2020).

Nuestro modelo extiende el trabajo innovador de Balistreri, Hillberry y Rutherford (2011) publicado en el Journal of International Economics que, por primera vez, incorpora una especificación completa del modelo de Melitz (2003) en un MEGA. Extendemos ese modelo porque además incluimos la presencia de multinacionales en los sectores de servicios en un clima de competencia monopolística à la Krugman (1980), siguiendo el trabajo de Latorre y Yonezawa (2018). Esta metodología nos permite ofrecer un gran

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elenco de resultados tanto a nivel macro como microeconómico, derivados dentro del marco coherente y robusto de un modelo de equilibrio general aplicado.

Con el fin de poder realizar un análisis más fino para el impacto en España del tratado, nuestro modelo incluye fricciones al movimiento de la mano de obra, en línea con los trabajos de Balistreri et al. (2018; 2016) y una modelización expresa del desempleo. Los resultados referentes al desempleo y los salarios a nivel sectorial que realizamos cuentan con una clara implicación social, dado que el empleo es un indicador esencial para la evolución de la pobreza y la desigualdad.

Es de notar, que la actual Comisión Europea tiene como una de sus prioridades la promoción de la sostenibilidad a través de Tratados de Libre Comercio. En el marco de la estrategia de comercio e inversión de la Unión Europea, la Comisión, con el mandato cedido por los gobiernos para las negociaciones, trata de asegurar que el crecimiento económico vaya de la mano de la justicia social, el respeto por los derechos humanos, unos elevados estándares laborales y medioambientales y de la protección de la salud (Comisión Europea, 2015). Esta estrategia se ve reflejada en los últimos acuerdos importantes, siendo los más recientes los del Japón, el Mercosur y Vietnam.

El objetivo de la sostenibilidad requiere maximizar el flujo de ingresos que puede obtenerse como consecuencia del acuerdo comercial, manteniendo y preservando el stock de recursos naturales que permite generarlos. En lo referente al análisis de sostenibilidad ambiental ofrecemos resultados cuantitativos del impacto del tratado en las emisiones de C02 derivados en el seno del propio MEGA y, por lo tanto, manteniendo la coherencia y robustez del análisis. Nuestras emisiones se calculan endógenamente respondiendo al consumo de combustibles fósiles vinculadas a la producción de los distintos sectores y al consumo privado. Nuestra modelización no incluye los efectos de los compromisos climáticos que la Unión Europea está asumiendo, que son muy exigentes, sino que se centra en el impacto del propio acuerdo comercial en las emisiones de CO2.

Para cuantificar las emisiones de CO2, consideramos el detalle ofrecido por el marco input-output del MEGA, que recoge los inputs de energía necesarios para los sectores de producción y el consumo de los hogares. Nuestro modelo incluye tres bienes energéticos primarios (petróleo crudo, gas natural y carbón) y dos bienes energéticos secundarios (petróleo refinado y electricidad), que se producen utilizando los bienes energéticos primarios, otros inputs intermedios y factores de producción (es decir, mano de obra y capital). Utilizamos los datos de emisiones de CO2 del GTAP 10 (Aguiar et al. (2019), que es el más importante de los gases de efecto invernadero. Este planteamiento sigue el de otros MEGAs, como Abrell et al. (2019). Las emisiones están vinculadas en proporción fija al consumo de carbón, gas natural y productos petrolíferos refinados, con coeficientes de CO2 diferenciados por el contenido específico de carbono de los combustibles. En las simulaciones, las emisiones de CO2 pueden modificarse mediante el cambio de combustible (sustitución entre combustibles) o el cambio de la demanda de energía (ya sea mediante la sustitución entre combustible y no combustible) o mediante un cambio en la producción o en la demanda final.

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Por otra parte, la sostenibilidad social requiere que el acuerdo UE-Mercosur genere no sólo beneficios económicos con bajo impacto medioambiental para el país, sino además un aumento del bienestar de los ciudadanos. Para alcanzarla, el acuerdo debe favorecer al conjunto de la población y ser culturalmente aceptable para la sociedad, sin dejar grupos poblacionales de marginación que produzcan un debilitamiento de la cohesión social (Reig, E., 2011). El modelo propuesto permite cuantificar los efectos que el acuerdo comercial tiene en la producción, el consumo, el Índice de Precios al Consumo (IPC) y los salarios de todas las regiones. Estos resultados serán la base para un análisis del impacto del tratado UE-Mercosur que ayude a analizar aspectos relacionados con la sostenibilidad. No se trata de liberalizar el comercio con el fin de estimular el crecimiento a toda costa (Bizawu, Toledo y Lopes, 2017). Las políticas económicas deben buscar aumentar el PIB, lograr una producción más eficiente de bienes y servicios, estabilizar precios y mantener el desempleo en un bajo nivel (Reig, E., 2011).

Otro aspecto original del presente estudio es que se presentan los resultados para varios años tras la implementación del acuerdo. El calendario de reducciones de aranceles es asimétrico y más rápido en el lado de la Unión Europea. Según los investigadores del Banco Internacional de Desarrollo (Azevedo et al., 2019), un 85% de los productos europeos serán liberalizados en el momento de entrada en vigor del acuerdo, mientras que para los aranceles que Mercosur impone a la UE, la liberalización instantánea sólo ocurriría en un 6% de los productos. Por ello, conviene analizar el impacto del acuerdo en varios años.

Nuestra modelización se centrará en el impacto de cuatro elementos importantes del acuerdo: 1) Los aranceles y cuotas; 2) Las medidas no arancelarias al comercio; 3) Las medidas no arancelarias a la Inversión Extranjera Directa (IED) en servicios; y 4) En la contratación pública. Se trata de una modelización ambiciosa, al considerar varios componentes que, hasta donde podemos saber, no han sido estimados previamente para este acuerdo, tales como el impacto de la IED y de la contratación pública.

En nuestro modelo los datos de comercio de bienes originales de la base de datos de GTAP (Aguiar et al., 2019), han sido reemplazados por la media del comercio entre España y la UE26 y los cuatro países de Mercosur en el período 2017-2019 según los datos del International Trade Center-Trade Map (2020a). Por tanto son los datos medios para el periodo 2017 a 2019 para los flujos de comercio de bienes los que subyacen a nuestras simulaciones. Conviene subrayar pues que los datos comerciales se basan en la información más actualizada disponible en el momento de realización de este estudio a finales de 2020. Los aranceles de nación más favorecida para esos flujos han sido también reemplazados por los del año 2019 (International Trade Center-Macmap, 2020b), lo cual tiene en cuenta, entre otros aspectos, la salida de Paraguay del Sistema Generalizado de Preferencias. Para calcular el porcentaje correspondiente a los aranceles y cuotas de un sector, y sus correspondientes reducciones hubo que convertir los códigos HS a 8 dígitos promediándolos con los datos del comercio medio para el período 2017-2019.

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En la oferta de la Unión Europea, es decir, en el régimen futuro de cuotas y aranceles, se negociaron 9132 códigos a ocho dígitos en la versión H4 del sistema armonizado, que convertir fueron convertidos a 9478 códigos a ocho dígitos de la versión H5.

Posteriormente esos 9478 sectores fueron agregados al nivel de 47 sectores de bienes de GTAP y, después se convirtieron en los 31 sectores de bienes en nuestro modelo. Nótese que nuestro modelo incluye un total de 41 sectores de los que 10 sectores son de servicios, en los que no hay aranceles. Para la oferta de Mercosur se negociaron 9933 códigos HS8 en versión H4 que se convirtieron a 10178 códigos en versión H5 y después en 47 sectores de bienes de GTAP, reagrupados en los 31 sectores de bienes de nuestro modelo.

Nuestro modelo desagrega la economía mundial para las regiones de España, Resto de la UE, Brasil, Argentina, Paraguay, Uruguay y el Resto del Mundo. Esta desagregación permite tener en cuenta los resultados de creación y desviación de comercio, pues implica a todos los firmantes del acuerdo en detalle y las zonas de potencial desvío.

Otro aspecto original de este trabajo es la modelización de multinacionales. Ésta se centra en los sectores de servicios debido a que es en estos sectores donde la forma de provisión de bienes extranjeros vía multinacionales (Modo 3 de provisión de servicios) es especialmente importante. Aunque las exportaciones de servicios reflejan en muchos casos una tendencia creciente, es más difícil exportar servicios que bienes. El clásico ejemplo es un corte de pelo que no se puede exportar. Es difícil pensar que los servicios vayan a superar por completo la barrera natural que existe para que muchos de ellos puedan ser exportados (Modo 1). De igual manera, los movimientos de profesionales cruzando fronteras no son tan habituales (Modo 4), aspecto que Baldwin (2016) señala en su libro sobre la globalización, y la mayor parte del tiempo no estamos precisamente de turismo vacacional (Modo 2), lo que limita el alcance de esta forma de proveer servicios. Por estos motivos, la presencia de filiales extranjeras en sectores de servicios (Modo 3) es una forma muy importante de suministrarlos. Mann (2017) estima que más del 60% del total de la provisión de servicios se debe a multinacionales extranjeras dentro de EE.UU. y a multinacionales estadounidenses fuera de este país en el período comprendido entre 2012 y 2015. Para la UE, Rueda et al. (2016) estiman que la venta de servicios vía filiales europeas en el exterior de la Unión supone el 69% de la provisión de servicios en el año 2013. Para la economía mundial, unas primeras estimaciones basadas en datos de 204 países y 13 sectores de servicios, sugieren que las ventas de filiales es la forma más importante de provisión tanto en países de destino como en los que envían multinacionales con porcentajes del 45% y 50%, respectivamente entre 2005 y 20155 (Steen et al, 2018, p. 35).

En consecuencia, el análisis del impacto de las multinacionales en sectores de servicios reviste interés, a pesar de haber recibido una atención, más bien escasa en el extenso

5 Dado que estos cálculos se refieren a la economía mundial, los dos porcentajes deberían coincidir, sin embargo, como ocurre, por ejemplo, con las exportaciones e importaciones mundiales, las cifras siempre presentan discrepancias. Adicionalmente, no todos los países miden los datos de servicios de la misma manera. Fetzer (2018, p. 9-11) ofrece varias explicaciones sobre las diferencias de medición para algunos países.

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panorama de los estudios de economía internacional. De hecho, es muy probable que las barreras al comercio afecten en gran medida a multinacionales que operan en sectores manufactureros, de manera que a diferencia de los servicios, las barreras al comercio constriñen a las multinacionales que producen bienes. Por el contrario, para poner barreras a la provisión de servicios extranjeros, muchas veces hacen falta barreras no arancelarias (los aranceles no existen en servicios) que regulen las operaciones de las filiales, más que el comercio de servicios.

Por otra parte, como aspecto también novedoso de nuestra modelización, incluimos el impacto de la contratación pública. Es la primera vez que Mercosur se abre a la contratación pública por parte de empresas extranjeras, tras haber iniciado sólo recientemente la liberalización de sus servicios públicos. El acuerdo establece que las empresas europeas, y de momento sólo las europeas, podrán competir en pie de igualdad con las empresas locales del Mercosur.

Muchos aspectos de este tratado ofrecen mejoras en las relaciones cuyos beneficios son de difícil cuantificación. Así ocurre, por ejemplo, con:

1) El refuerzo a la seguridad y la transparencia que se dará en los intercambios;

2) La protección frente a la imitación de 357 indicaciones geográficas de productos tradicionales europeos, fundamentalmente, alimentos y bebidas, como el jabugo español (la de mayor cobertura jamás alcanzada), junto con otros derechos de propiedad intelectual;

3) La promoción del compromiso por implementar efectivamente numerosos aspectos relacionados con la sostenibilidad, incluyendo la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático y el Acuerdo de París sobre el cambio climático, la defensa de los derechos laborales (asegurando que se respetan los derechos laborales fundamentales definidos por la Organización Internacional del Trabajo) y una cultura empresarial responsable, junto con el compromiso para hacer frente a la deforestación y una gestión y conservación sostenible de los bosques (en todos estos aspectos sobre Comercio y Desarrollo Sostenible se ofrece a las organizaciones de la sociedad civil un papel activo en la implementación del acuerdo y los compromisos enunciados serán exigibles mediante un mecanismo de solución de controversias);

4) La facilitación del acceso para pequeñas y medianas empresas de la información respecto a los requisitos de entrada en los mercados;

5) El intercambio rápido de información entre los gobiernos y consultas técnicas;

6) La cooperación bilateral en los controles oficiales y en la certificación;

7) El refuerzo de un conjunto de compromisos vinculantes para proteger el medio ambiente sobre la base de otros acuerdos medioambientales multilaterales, como la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (CITES), el Convenio sobre la Diversidad Biológica, las medidas de gestión de la pesca de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación

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(FAO), los acuerdos regionales para la gestión de la pesca, la lucha conjunta contra la resistencia de los antimicrobianos (incorporada por primera vez en un acuerdo de comercio de la UE), así como la cooperación en la promoción del bienestar animal;

8) La facilitación de la circulación de profesionales con fines empresariales; entre otros puntos (Comisión Europea, 2019). A ello se unen ventajas geopolíticas por las que la Unión Europea y, especialmente España, puede fortalecer sus vínculos políticos en la región.