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2.3 Insumos del sni

2.3.1 Inversión nacional en i+d

La globalización y la innovación son dos de los principales motores del desempeño económico en las sociedades modernas. Estas dos fuerzas ejercen una influencia determinante sobre la productividad, los niveles de empleo y el bienestar de la población (ocde, 2007). En este contexto, la inversión doméstica en i+d se ha convertido en un insumo funda-mental para el desarrollo de las capacidades nacionales de innovación, el crecimiento económico y el bienestar social. Invertir en i+d promueve la generación, absorción y difusión de conocimiento científico y tecno-lógico. Un rápido recorrido por el escenario mundial deja claro que un número importante de países están aumentando significativamente sus gastos en i+d como una forma de disparar o incentivar su competitividad internacional, así como para movilizar más ágilmente los recursos locales con el objetivo de atender más eficazmente las necesidades sociales y las demandas productivas.

México también se ha movido junto con estas tendencias globales; sin embargo lo hace más lentamente que otros países de la ocde y de Amé-rica Latina, manteniéndose como uno de los países con más bajos niveles de inversión en conocimiento y, notablemente, en i+d. Esta fuerte limi-tación del sni mexicano no es nueva y ha persistido por décadas, dado que no ha habido esfuerzos sistemáticos para aumentar el gasto. Desde principios de los setenta el gide representaba el 0.13% del pib, cuando la recomendación de las Naciones Unidas era que debería invertirse al menos 0.5% del pib. Algunos países avanzados, sin embargo, ya estaban invirtiendo en i+d mucho más de lo que las Naciones Unidas recomen-daban, por ejemplo Japón (1.9%), Reino Unido (2.3%) y Estados Unidos (3.4%) (Corona Alcantar, 2006).

El gobierno mexicano comenzó a considerar seriamente la necesi-dad de fortalecer su sistema de c&t durante los años setenta. El esfuerzo realizado en esta década elevó la inversión en c&t, pasando del 0.13%

del pib en 1971 a 0.40% en 1981. Sin embargo, durante los ochenta México padeció una de las crisis financieras más profundas de su histo-ria, situación que se tradujo en una severa turbulencia macroeconómica a nivel nacional. La depresión en la cual se vio inmersa la economía nacional es uno de los factores que explican la aplicación de drásticas reducciones en los recursos asignados a c&t en ese periodo. Como re-sultado, el gide disminuyó desde el nivel que había alcanzado en 1981 hasta un 0.19% del pib en 1988.

Para corregir, en alguna medida, la tendencia decreciente de la in-versión en c&t, durante los ochenta el gobierno puso en marcha varios programas de promoción para incrementar la inversión nacional en i+d (véase Sección 3.1). Los resultados de los esfuerzos realizados posterior-mente en los noventa y desde inicios de esta década, relacionados con el gide, se pueden observar en la Gráfica 4. México incrementó su gasto en i+d de 0.22 a 0.46% entre 1993 y 2005. A este desempeño contri-buyó un incremento de la inversión privada en i+d, la cual creció 76%

entre 2001 y 2005.

gráfICa 4. México: gide como porcentaje del pib, 1993-2005

FUENTE: OCDE (2007) y CONACYT (2007b).

0.22

0.29 0.31 0.32 0.34 0.38

0.43

0.37 0.39 0.42

0.45 0.44 0.46

0.1 0.15 0.2 0.25 0.3 0.35 0.4 0.45 0.5

1993 1994 1995 1996 1997 1998 1999 2000 2001 2002 2003 2004 2005

Sin embargo, a pesar del esfuerzo realizado, México no ha podido variar su posición como uno de los países de la ocde que menos invierte en i+d. Mientras que en 2005 el promedio del gide como porcentaje del pib de la comunidad de países que integran la ocde fue de 2.5%, y el de la Comunidad Europea (ce-27) fue de 1.74%, México sólo alcanzó el 0.46%, lo cual lo sitúa entre los últimos cinco países de la ocde (Grecia, Polonia, República Eslovaca y Turquía).

México se está rezagando no sólo respecto de los países desarrollados, sino también en relación con algunas economías emergentes. La Gráfica 5 pondera el desempeño de México respecto de una serie de países seleccio-nados con diferentes niveles de desarrollo. Una comparación con países de América Latina revela que los gastos de México en i+d son mayores que los que realiza Argentina, pero más bajos que los de Brasil (0.91) y Chile (0.68). Los gastos de México en i+d son 5.7 veces más bajos que en Estados Unidos y 4.3 veces más bajos que en Canadá, sus principales socios comerciales de América del Norte.

Otro indicador relevante para el caso mexicano es el gfcyt, medido como porcentaje del pib. La Gráfica 6 muestra un estancamiento del gasto federal desde 1980. Durante los últimos 25 años el gfcyt y gide no han podido superar el 0.5% del pib. En el caso del gfcyt, éste se ha mantenido en alrededor del 3% del gasto federal total. En el año 2008 el Congreso

gráfica 5.gide como porcentaje del pib. México comparado con países seleccionados

FUENTE: OCDE (2007) y CONACYT (2007b).

gráfICa 6. México: indicadores de gasto en c&t, 1980-2005

GPGF: Gasto programable del gobierno federal. *Meta de GFCT/GPGF para 2006 establecida en el PECYT. FUENTE: OCDE (2007) y CONACYT (2007b).

GFCyT/PIB

GIDE/PIB

0.0 0.1 0.2 0.3 0.4 0.5 0.6 0.7 0.8 0.9 1.0

1980 1982 1984 1986 1988 1990 1992 1994 1996 1998 2000 2002 2004

(%)

CONACYT/GFCyT

GFCyT/GPGF

Meta PECYT*

0.0 0.5 1.0 1.5 2.0 2.5 3.0 3.5 4.0 4.5

0.0 5.0 10.0 15.0 20.0 25.0

1980 1982 1984 1986 1988 1990 1992 1994 1996 1998 2000 2002 2004 GFCyT/GPGF

CONACYT/GFCyT

a) Porcentaje respecto al PIB

b) Participación porcentual CONACYT

mexicano aprobó un incremento de 13.3% (en valores reales) en el gasto federal destinado a c&t, lo que pareciera indicar que la tendencia podría cambiar. Sin embargo, la magnitud de los gastos continúa siendo todavía muy pequeña como para esperar efectos importantes en las capacidades de cti. Desafortunadamente, los efectos de la crisis en 2009 hacen esperar que nuevamente se revertirá la tendencia al incremento.