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5. Medios de comunicación, televisión, noticias y discurso

5.3 La instancia de percepción/interpretación

El campo político constituye una de las principales fuentes de información para la producción de textos informativos y, por otra parte, el campo periodístico con sus productos semióticos es la principal forma de dar a conocer los proyectos, ideas, intereses, discursos, de los actores del campo político a los ciudadanos. De esta manera, se genera una estrecha relación entre los campos, la cual llega, incluso, a provocar que actores intenten participar en el otro campo (con todo lo que eso conlleva). Así, se observa instancias de producción mediáticas que se comportan y participan como actores políticos (Bourdieu 2003: 129-130; Eilders 2008; Vergara 2006, 2009) y actores políticos (políticos, partidos políticos) que controlan (son accionistas mayoritarios, dueños) medios de comunicación (los casos de Sergio Berlusconi en Italia o de Sebastián Piñera en Chile). Hay una dependencia mutua entre los campos (Faulstich 2004: 207).

De lo expuesto se extrae el complejo entramado de relaciones entre discursos, ya que vemos como el discurso periodístico (entendido como la red de representaciones y asociaciones sobre el quehacer periodístico) se relaciona con discursos políticos, económicos, jurídicos440. Esas relaciones pueden ser de choque, es decir, la red de representaciones y sus asociaciones es incompatible con las principales representaciones y asociaciones pertenecientes a otro discurso, o de apropiación, cuando las principales representaciones y asociaciones de otro discurso son compatibles y se hacen parte del discurso. Por supuesto, esas relaciones no son estáticas, sino que dinámicas y, en consecuencia, en un momento puede darse entre los discursos una relación de choque y en otro, una de apropiación. Esto muestra que los discursos nunca se presentan aislados, sino que siempre se relacionan con otros configurando redes discursivas. Esto hace que se deba tener presente esas relaciones entre campos y entre discursos a la hora de trabajar con textos informativos y, especialmente, con discursos manifestados en ese tipo de texto.

Por otra parte, cabe distinguir, como lo hace Charaudeau (2003: 103) entre una instancia de percepción/interpretación real441, es decir, las personas que perciben e interpretan los textos informativos, y una instancia de percepción/interpretación blanco442, que corresponde a una construcción, hecha por la instancia de producción, de cómo será la posible instancia de percepción/interpretación real. Nos parece que esta distinción443 conceptual siempre se debe tener presente para el análisis de los textos informativos (como de cualquier tipo de texto), sin embargo, por el gran número personas que conforman la instancia de percepción/interpretación real se vuelve muy difícil trabajar con ella. Por esto, a los investigadores que abordan la instancia de percepción/interpretación sólo les queda trabajar con un grupo representativo estadísticamente o uno a partir del cual realizar posibles generalizaciones (grupo focal). Por su parte, los investigadores que se ocupan específicamente de un particular texto informativo – como en nuestro caso- y no cuentan con investigaciones de audiencias de los respectivos textos, les queda construir una instancia de percepción/interpretación “real” lo más general posible, pero siempre teniendo en cuenta que sólo es una construcción de escritorio y no la instancia real. Esto último hace que identifiquemos una tercera instancia de percepción/interpretación, la cual corresponde a una construcción de los investigadores: instancia de percepción/interpretación virtual. Más adelante se expondrá a partir de qué parámetros y características hemos construido nuestra instancia de percepción/interpretación virtual444.

Actualmente, la instancia de percepción/interpretación se la conceptualiza como consumidora de un producto comercial: el texto informativo. Esto se debe a que, como las instancias de producción se han transformado en empresas, la lógica comercial participa445 en la organización de la producción. De esta manera, hay una preocupación especial de los medios por conocer a esos posibles consumidores, por lo que los estudios de audiencias y el rating han tenido un gran auge (Tacchi 2001). Sin embargo, estos estudios no han sido capaces de definir

441 Charaudeau (2003) utiliza la denominación instancia de recepción y no de percepción/interpretación.

442 Charaudeau (2003: 104-106) distingue dentro de la instancia blanco, la instancia blanco intelectual y la afectiva. La primera se refiere a quienes “consumirían” los productos semióticos con el fin de adquirir (construir) nuevos conocimientos útiles para su vida social y política y la segunda, a quienes buscan emociones, que se le produzcan sensaciones al percibir los productos semióticos. No realizamos esta distinción, por cuanto consideramos que se encuentran tan entrelazadas que difícilmente se puede establecer e identificar esa diferencia en el análisis. Asimismo, este autor, a partir de las distintas instancia de recepción, distingue particulares efectos: efectos previstos para la instancia blanco y efectos producidos en la instancia real. A esta tipología de efectos podríamos agregarle los efectos posibles para la instancia de percepción/interpretación virtual (más adelante se explica esta instancia).

443 Actualmente, esta distinción, entre a quien va dirigido el texto y quien lo recibe, se considera, en general, en todo estudio dentro del análisis del discurso y la lingüística del texto.

444 Se puede identificar una cuarta instancia de percepción/interpretación: la blanco virtual. La instancia de percepción/interpretación blanco virtual corresponde a una construcción que hacen los investigadores sobre la posible instancia de percepción/interpretación blanco que tiene o tenía la instancia de producción al momento de producir el texto.

445 No utilizamos el verbo “regular”, porque no poseemos el respaldo académico para afirmar que la organización de la producción de todos los medios se regulan por la lógica comercial. Sin embargo, consideramos que eso sucede en la realidad mundial, por lo menos, en los medios de mayor alcance.

ni mucho menos predecir el comportamiento del público (Charaudeau 2003: 107; Bourdieu 2003: 36).

Desde distintas perspectivas teóricas e ideológicas se ha intentado aprehender y explicar cómo la instancia de percepción/interpretación interpreta los textos informativos y cuáles son los efectos de esos textos en aquella y, en consecuencia, en la vida social (Pérez 2003; Wolf 1992; Perse 2001). Tres son, en general, los problemas que han encontrado esas propuestas: en primer lugar, se ha tratado de establecer teorías o modelos universales para todos los tipos de productos semióticos de los medios, sin tener en cuenta la diversidad de soportes y productos, lo que ha provocado que esas teorías y modelos no sean aplicables en todos los casos; en segundo lugar, por la diversidad de productos y soportes, las situaciones de recepción y consumo de esos productos son muy heterogéneas, lo cual repercute en el proceso de interpretación de los textos (no es lo mismo ver un noticiero a solas, poniendo el cien por ciento de atención, que verlo en familia o haciendo otras actividades como cocinar, conversar) y esto ha hecho que no se pueda generalizar las teorías y los modelos; y, por último, el proceso de interpretación es individual y, por ende, varía de persona en persona e, incluso, en la misma persona en situaciones distintas, por lo tanto, se hace difícil o imposible determinar qué interpretará una persona y, por ende, cuál será el efecto que puede producirse en ésta. Otro problema radica en el concepto de efecto, por cuanto hay diferentes tipos (niveles o dimensiones) de efectos posibles (Perse 2001;

Gerbner 2002) como cognitivos (en el conocimiento de la persona), actitudinales (en las actitudes), prácticos (en las prácticas sociales), emotivo (en las emociones), además de a corto, mediano o largo plazo. De esta manera, nos parece acertado la afirmación de Borstnar et al.

(2008: 26) que dice que para abordar los efectos hay que preguntarse cuál efecto exacto a quién en qué situación (“was genau auf wen in welcher Situation”)446.

Ahora bien, ¿qué sucede con la instancia de percepción/interpretación de los noticieros de televisión? El televisor se ha vuelto un aparato, principalmente, doméstico447 gracias a un proceso de apropiación (Buonnano 2008: 13-16; Bignell y Orlebar 2005: 73). Esto conlleva que el proceso de consumo se lleve a cabo dentro de la vida familiar (prácticas familiares) y, por ende, que se dé en forma aislada (una persona sola frente al televisor) o en conjunto (más de una persona frente al televisor), con las correspondientes posibilidades de interferencia en el proceso: conversaciones intercaladas, ruidos, llamadas telefónicas, otros quehaceres. Lo anterior, sumado al hecho que las noticias televisivas son fugaces, hace que sea muy difícil

446 En el punto 5.7 se volverá al problema de los efectos.

447 Esto no excluye otras locaciones en que se usen los televisores, por ejemplo, en Costa Rica gran número de bares y restaurantes y salas de espera de instituciones públicas o privadas tienen, al menos, un aparato, en el cual se puede observar programación de la televisión abierta (noticieros, partidos de fútbol, telenovelas), de televisión por cable (películas, deportes, videos musicales) o reproducir productos audiovisuales comerciales (vídeos musicales o películas) con o sin audio. Sin embargo, a falta de investigaciones al respecto, partimos del presupuesto que el mayor consumo se da en el hogar.

determinar cuál es la situación de consumo, qué atención ponen los televidentes448 y, en consecuencia, las características de la instancia de percepción/interpretación. Por este motivo y con fines metodológicos, proponemos distinguir tres situaciones virtuales de consumo al momento de presentación de una noticia449, las cuales son puntos dentro de un continuum delimitado por los posibles distractores externos: situación virtual sin distractores, cuando la(s) persona(s) está(n) dedicadas exclusivamente a ver la noticia sin que haya otros estímulos (ruidos, conversaciones, objetos en movimiento, otras actividades) que interfieran el proceso de percepción; situación virtual con mínimos distractores, cuando hay otros estímulos que interfieren en la percepción y no permiten que el televidente tenga sus sentidos totalmente concentrados en la noticia, pero no logran atraer la completa atención del televidente; situación virtual con muchos distractores, cuando otros estímulos interfieren en la percepción y logran atraer en parte la atención del televidente, por lo que su percepción de la noticia es mínima. Así, la primera y última situación virtual se ubican en los extremos opuestos del continuum, mientras que la restante en un lugar central. Para nuestro trabajo utilizaremos la situación virtual con mínimos distractores, por las siguientes razones: a) La situación virtual sin distractores es una situación “ideal” de percepción de cualquier estímulo, sin embargo, por experiencia consideramos que en la realidad son muy pocas las ocasiones en que nos encontramos en una situación así, por lo cual se aleja bastante de una situación real de consumo. b) La situación virtual con muchos distractores genera tal interferencia en la interacción mediática (interacción entre la instancia de producción y la instancia de percepción/interpretación) que se hace complejo calificarla como interacción comunicativa (situación comunicativa), ya que la instancia de percepción/interpretación percibe pocos de los estímulos que la instancia de producción exterioriza. c) Si bien en la situación virtual con mínimos distractores se interfiere en alguna medida el proceso de percepción, no es lo suficiente como para dudar de si se la considera una interacción comunicativa. d) A partir de nuestra experiencia, la situación virtual con mínimos distractores se acerca a las situaciones reales de consumo de las noticias televisivas. e) En la situación virtual con mínimos distractores el televidente mantiene la atención en la noticia a pesar de los distractores. f) La situación virtual con mínimos distractores posee y logra los componentes mínimos que debería tener toda situación comunicativa eficiente:

poca interferencia, de manera que sea percibido el mayor número de estímulos producidos por la instancia de producción; no desviar la atención de los interlocutores (en este caso, sólo de la instancia de percepción/interpretación); y, gracias a lo anterior, facilitar la interpretación, comprensión y retención de lo percibido.

448 Entre mayor atención pone una persona a un estímulo, mayor es la cantidad de detalles particulares que es capaz de recordar.

449 Nos focalizamos en el momento de presentación (“transmisión”) de una única noticia, ya que como los noticieros varían en duración y algunos pueden ser extensos (entre treinta y sesenta minutos), difícilmente la situación se mantenga constante durante todo el programa.

Además de la situación en que se consumen las noticias televisivas, también es determinante el porqué la instancia de percepción/interpretación ve esas noticias450. Muchas son las necesidades que tienen los televidentes para acercarse a los medios, sin embargo, las agrupamos en tres categorías generales (Faulstich 2004: 225-226): afectivas, cuando el televidente busca en las noticias principalmente emociones; cognitivas, cuando el televidente le interesa principalmente “adquirir” (construir) nuevos conocimientos sobre su país y el mundo (finalidad es los nuevos conocimientos); socio-interactivas, cuando el televidente ve las noticias para poseer temas de conversación, ser aceptado en un grupo social (finalidad es la interacción social, gracias a los conocimientos construidos a partir de las noticias). Estas necesidades no son independientes unas de otras, sino que se pueden dar y satisfacer al mismo tiempo. Para nuestra instancia de percepción/interpretación virtual la principal necesidad que busca satisfacer al consumir las noticias es la cognitiva, es decir, nos interesamos en quienes están en una disposición abierta a percibir los estímulos y construir representaciones y asociaciones de parte de aquellos, las cuales se almacenarán en la memoria a largo plazo para su uso futuro.

Asimismo, consideramos que nuestra instancia de percepción/interpretación también satisface las otras necesidades, ya que, por un lado, no hay percepción sin sensaciones y la misma satisfacción de la necesidad cognitiva produce sensaciones y, por otro lado, esos nuevos conocimientos serán usados en la vida en sociedad, en interacciones con otras personas. Esto último hace que las personas se sientan parte de una comunidad (aquellos que ven las noticias) y, además, les permite ubicarse o reubicarse dentro de un grupo o campo social (posición social) (Buonanno 2008: 25; Bignell y Orlebar 2005: 73, 77).

Otro aspecto fundamental para caracterizar a la instancia de percepción/interpretación es la atención que prestan a la noticia, ya que la atención constituye un elemento central para la percepción, por cuanto a mayor atención, más cantidad de estímulos somos capaces de percibir y, en consecuencia, más representaciones construimos, activamos y posteriormente podemos recordar, en otras palabras: a mayor atención, se perciben y recuerdan más detalles. La atención depende de factores externos e internos a la persona. Entre los externos se encuentran, por un lado, los distractores que se presentan en una situación particular y, por otro lado, las características y la calidad de los estímulos. Hace algunas líneas hemos construido tres tipos generales de situaciones virtuales según los distractores, por lo cual no lo volveremos abordar.

Por su parte, las características de los estímulos corresponden, en nuestro caso, a las del texto informativo, las cuales se presentarán más adelante; finalmente, respecto a la calidad de los estímulos se asume que el aparato receptor de la señal (antena, televisor, cable) y el televisor está en buenas condiciones, por lo que la calidad de la imagen y el sonido es buena. Los factores

450 Una de las teorías sobre la recepción y los efectos de los medios que ha tenido mayor repercusión en los últimos años es la teoría sobre los usos y gratificaciones (use and gratification en inglés), cuya principal pregunta consiste en qué hacen las personas con los medios, es decir, por qué y para qué se acercan a ellos (Meister et al. 2008: 20-21).

internos son las representaciones y asociaciones previas que poseen las personas. Si bien hemos señalado en reiteradas ocasiones que las representaciones mentales no están nunca aisladas y que no hay percepción sin sensación, distinguimos aquí con fines explicativos entre representaciones afectivas y cognitivas. Entre las afectivas se encuentran la disposición anímica (estado de ánimo) de las personas al momento de consumir la noticia, la cual determina la percepción y la interpretación que se haga de los estímulos. Las disposiciones anímicas al momento del consumo se generan a partir de complejas relaciones entre representaciones y asociaciones previas (cognitivas y afectivas), estímulos previos e independientes de la noticia en particular o el contenido de la noticia. Escapa a nuestras posibilidades y objetivos abordar todas las posibles disposiciones anímicas que podría tener la instancia de percepción/interpretación virtual, por lo que identificamos dos grandes categorías de estados de ánimos: de cierre y de apertura. El primero se da cuando el estado de ánimo y sus causas hacen que el televidente rechace el contenido de la noticia. Este rechazo puede manifestarse de diferentes modos: el televidente desvía su atención de la noticia; o el televidente valoriza negativamente el contenido de la noticia, por ejemplo, como falso, ridículo, sin importancia. La apertura se refiere a la disposición del televidente por aceptar como verdadero, real y de importancia el contenido de la noticia y, por ende, mantener la atención en ésta. Cabe tener en cuenta que ésta es una disposición del hablante, lo que no significa que al final de los procesos de interpretación y comprensión haya aceptado como verdadero, real y de importancia la noticia. Esto se debe a que es una disposición que hace que el televidente preste o no atención a la noticia, la que facilita pero no determina necesariamente la interpretación y la comprensión. Por su parte, las representaciones y asociaciones previas cognitivas (siempre en relación con las afectivas) también desempeñan un rol en la atención que se dé a la noticia, ya que el contenido de la noticia puede activar representaciones y asociaciones ubicadas en distintos niveles de una jerarquía valorativa del televidente (por ejemplo, las noticias de deportes son de interés para algunas personas y para otras no). Así, consideramos que existen distintos grados de interés según la relación entre la jerarquía valorativa de representaciones y asociaciones previas y el contenido de la noticia, por lo cual identificamos tres niveles: completo interés, cuando el contenido de la noticia despierta el máximo grado de interés para una persona; interés básico, cuando el contenido de la noticia interesa a la persona, pero no es necesariamente un tema esencial para el televidente; (casi) nulo interés, cuando el contenido de la noticia no genera interés en el televidente, lo que hace que este le preste poca atención. A partir de estas variables internas451 hemos construido tres categorías de la instancia de percepción/interpretación virtual según la atención que prestan a la noticia: completa atención, cuando los televidentes prestan total atención a la noticia, ya que el estado de ánimo es de apertura y hay completo interés en el

451 Se parte del supuesto de que la situación de consumo es una situación virtual con mínimos distractores.

contenido de la noticia, en consecuencia, después son capaces de percibir y recordar una gran cantidad de detalles particulares (proposiciones e implicaciones); atención básica, cuando los televidentes ponen atención, pero no se encuentran completamente concentrados en la noticia en particular, debido a que hay un interés básico, pero con un estado de ánimo de apertura, de manera tal que perciben y recuerdan datos más generales (temas); escasa atención, cuando la atención es muy poca o casi nula, debido al nulo interés por la noticia o a un estado de ánimo de cierre, lo que hace que los televidentes perciban y recuerden, si es que lo hacen, datos muy generales (tema global, macrotema). Se excluye la posibilidad de que se produzca nula atención, debido a que si fuera así, no se podría considerar a esa persona como participante de la interacción y, por ende, como instancia de percepción/interpretación. De esta manera, afirmamos que existen tres posibles instancias de percepción/interpretación virtuales según la atención que presten a las noticias particulares: instancia de percepción/interpretación virtual con completa atención, instancia de percepción/interpretación virtual con atención básica e instancia de percepción/interpretación virtual con escasa atención. En el presente trabajo se recurrirá a la instancia de percepción/interpretación virtual con atención básica, debido que consideramos que se asemeja más a la atención que prestan los televidentes reales a las noticias en general, ya que la mayoría de las veces habrá distractores que no permitan una completa atención, además, según Brosius (1998: 224), la mayoría de los televidentes ven las noticias sin la meta de retener detalles; asimismo, no se tendrá siempre un estado de ánimo de cierre frente a las noticias (se puede tener siempre respecto a un contenido en particular, pero no al conjunto de las noticias) y, por último, el contenido de todas las noticias no despertará siempre un completo interés (Brosius 1998: 223-224).

El conocimiento previo452 de las personas es esencial para la percepción y la interpretación que lleven a cabo. Esto hace que estos procesos sean individuales, lo que impide hablar de una percepción y una interpretación comunes (comprensión) en una instancia de percepción/interpretación. Esto conlleva un serio problema para la caracterización de una instancia de percepción/interpretación, ya que si no hay percepción ni interpretación en común,

¿cómo se puede agrupar a las personas bajo el rótulo “instancia de percepción/interpretación”?.

A pesar de la aparente complejidad del problema, consideramos que esto no es así, porque bajo la categoría instancia de percepción/interpretación conglomeramos a individuos sociales, es decir, a personas, no a individuos individuales (valga la redundancia). Significa que nos interesan los individuos en su interacción social como parte de un grupo social, es decir, sus exteriorizaciones más o menos aceptadas. Como ya hemos señalados en más de una oportunidad, esas exteriorizaciones manifiestan una red de representaciones y sus asociaciones (conocimiento). Es lo común de las redes de representaciones y sus asociaciones manifestadas

452 En el capítulo 1 se desarrolla qué entendemos por conocimiento.

por las personas lo que nos permite agruparlas dentro de un grupo social. Por supuesto, a partir del análisis de elementos en común de las redes de representaciones y sus asociaciones, se pueden identificar distintos grupos sociales y, por ende, diferentes conocimientos previos, interpretaciones y comprensiones453 de los textos. Este hecho es el elemento distintivo entre, por un lado, la instancia de percepción/interpretación real y, por otro lado, las instancias de percepción/interpretación virtual y la blanco, ya que mientras en la primera se incluye a las personas de todos los grupos sociales que hayan percibido el texto informativo, en las otras, en general454, sólo se incluye a los grupos sociales que potencialmente perciban el texto y lo comprendan de manera más o menos similar. Por este motivo, debemos delimitar, dentro de lo posible, el conocimiento previo que poseería nuestra instancia de percepción/interpretación virtual. Asimismo, el hecho de que la construcción del significado (y sentido) del texto informativo dependa, en parte, del conocimiento previo de las personas, hace que las personas no sean seres pasivos frente al texto informativo, sino, por el contrario, activos (entre otros Faulstich 2004: 225; Bignell y Orlebar 2005: 85; Borstnar 2008: 27).

Identificamos tres posibles instancias de percepción/interpretación virtual según la relación entre el conocimiento previo y la noticia (el texto informativo, su presentación y contenido): experta, conocedora básica e ignorante. Las tres categorías pertenecen, nuevamente, a un continuum dentro del cual corresponden a puntos extremos (la experta y la ignorante) y a uno medio (la conocedora básica). La experta se compone por personas (grupos sociales) que poseen previamente un conocimiento más profundo y en detalle (especializado) sobre el contenido de la noticia, por lo que construyen implicaciones455 más específicas. Para el presente trabajo, aquí se incluyen a académicos especialistas en temas generales como medios de comunicación y criminalidad, a personas relacionadas con el tema, los actores o los acontecimientos de los textos informativos, como los profesionales de los medios de comunicación (camarógrafos, periodistas, editores), los órganos de control social (policías, investigadores, abogados, jueces), “delincuentes”, familiares de los actores, y a toda otra persona que posea un conocimiento muy especializado respecto al tema o al texto informativo.

La instancia de percepción/interpretación virtual ignorante se refiere a aquellas personas que no poseen el conocimiento previo necesario para comprender la noticia, es decir, requieren de más proposiciones (por ejemplo, explicar quiénes son y qué hacen los policías, qué es un asesinato, por qué mueren las personas) para poder identificar el tema global del texto.

Finalmente, la instancia de percepción/interpretación virtual conocedora básica conglomera a aquellas personas que poseen un conocimiento previo básico sobre la noticia. Pero, ¿qué es un conocimiento previo básico? Este es un punto fundamental cuando se trabaja con posibles

453 En el capítulo 3 se aborda la distinción entre interpretación y comprensión.

454 Decimos “en general” porque podría haber construcciones con fines particulares que abarcaran un mayor número de grupos sociales.

455 En el capítulo 3 se explica qué son las implicaciones.

interpretaciones de las personas, ya que el investigador generalmente se basa en ese nivel de conocimiento para la construcción de implicaciones y proposiciones y, posteriormente, de los temas de un texto. Como no se poseen parámetros “objetivos” (investigaciones) que nos permitan delimitar ese conocimiento, afirmaremos que las personas con un conocimiento previo básico respecto a las noticias sobre criminalidad en Costa Rica: a) no necesitan de explicaciones extras sobre lo presentado en la noticia, o sea, reconoce una mayoría significativa de los elementos manifestados (no necesita preguntar ¿qué es “tal cosa”?), debido a que ya posee representaciones de aquellos y, en consecuencia, forman parte de nodos de la red de representaciones en la memoria a largo plazo (lo nuevo es la disposición y las asociaciones en la nueva red); y b) reconocen los elementos manifestados en, por lo menos, categorías generales (por ejemplo, reconoce que un actor es un policía, pero no si es un cabo, sargento o capitán;

reconoce un robo, pero no distingue entre robo y hurto; reconoce un arma de fuego, aunque no sepa de qué tipo es; “sabe” que una manta blanca sobre “algo” en un lugar con policías puede significar que ese “algo”, debajo de la manta, es el cadáver de una persona), lo que las diferencia de la instancia experta. Para lograr ese reconocimiento, se requiere tener un conocimiento previo que adquieren (construyen) las personas en la vida social en sociedades occidentales, en Latinoamérica y, en específico, en Costa Rica (esto permite que las personan sepan y reconozcan qué es un policía, un asesinato, un robo, el Organismo de investigación judicial, lugares geográficos, entre otras cosas), en un sistema educativo básico, como la primaria, y en el uso anterior y reiterado de la televisión como fuente de información y entretenimiento (aquí se incluye también el cine). Si bien habrá quienes consideren que esta delimitación de la instancia de percepción/interpretación virtual conocedora básica es demasiado abierta, creemos que lo importante es delimitarla respecto a la instancia experta y la ignorante, por cuanto, la primera reconoce los elementos manifestados en categorías más específicas que las de la instancia básica, mientras que la ignorante no es capaz de reconocer la mayoría de los estímulos que recibe, por lo que necesita de explicaciones (más estímulos) para poder identificar (construir) los temas del texto y comprender.