• Keine Ergebnisse gefunden

Los factores básicos que determinan el consumo están igualmente relacionados al acceso. Sin embargo, hay factores adicionales que establecen condiciones fundamentales para el consumo. Entre ellos, los que tienen su base en los hábitos y costumbres de las familias, lo que, por analfabetismo, carencia de educación general y nutricional, suelen no asegurar la composición de dietas que satisfagan las necesidades nutricionales de la población.

Como ya se mencionó, las dietas frecuentes se caracterizan por una alta composición de carbohidratos y gran deficiencia en micronutrientes, como hierro, vitaminas y minerales. Y esta es una situación que persiste, aun cuando a veces se cultiva y/o se dispone, en el mercado local, de otro tipo de productos como hortalizas, frutas, lácteos y pescado.

La selección, preparación, y distribución de alimentos en el hogar, también dan cuenta de las carencias de la educación nutricional, lo cual se verifica, por ejemplo, en los hábitos y creencias sobre las necesidades y prioridades alimentarias de los distintos componentes del grupo familiar, niños y adultos según género.

Es reconocido el hecho de que el acceso a la educación es un factor esencial para la superación de la pobreza y la inseguridad alimentaria. En el Cuadro 13 se pueden observar los altos porcentajes de población analfabeta en la subregión, y también son notorias las significativas diferencias existentes entre los países, y, en algunos casos, entre los hombres y las mujeres.

Cuadro 13

Centroamérica y México: Población analfabeta de 15 y más años de edad; según género

(en porcentajes)

País Hombres Mujeres

26

1990 2000 1990 2000

Belice

Costa Rica 6.1 4.5 6.1 4.3

El Salvador 23.7 18.4 30.7 23.9

Guatemala 30.7 23.8 46.3 38.9

Honduras 32.0 27.5 34.0 28.0

México 9.6 6.9 15.0 10.9

Nicaragua 38.6 35.8 38.8 35.6

Panamá 10.7 7.4 11.8 8.7

Fuente: CEPAL, 2003a

Cuadro 14

Centroamérica y México: Población urbana analfabeta, por grupos de edad para el año 2000; según género

( en porcentajes)

País Hombres Mujeres

15-24 25-34 35-44 45-59 60 y más 15-24 25-34 35-44 45-59 60 y más

Costa Rica 3.3 5.2 4.0 6.7 26.0 1.8 3.0 3.6 10.1 28.6

El Salvador 3.2 4.4 7.3 7.7 26.4 3.6 7.2 11.1 19.2 39.3

Guatemala 6.5 8.7 8.2 14.3 25.6 6.0 11.9 22.1 30.6 40.1

Honduras 3.6 5.5 7.0 13.7 33.2 2.7 6.6 8.3 18.8 45.1

México 1.4 1.4 2.2 4.6 15.2 1.3 3.0 4.2 9.0 20.9

Nicaragua 6.8 5.7 10.0 16.0 32.2 5.0 6.8 15.8 28.7 35.9

Panamá 1.5 2.0 1.8 5.3 13.1 1.3 1.8 2.1 5.9 12.1

Fuente: CEPAL, 2003a

Si se observa el cambio en la década que muestra el Cuadro 13, se constata una disminución de la población analfabeta en la subregión, y tanto entre los hombres como entre las mujeres. Estos cambios se relacionan con algunas políticas e iniciativas institucionales que han sido impulsadas en los países, destacándose aquellas que han logrado avances en la alfabetización de las mujeres. Sin embargo, se mantiene un alto índice de analfabetismo en aquellos países en que persisten los mayores porcentajes de pobreza e indigencia.

El grupo de población conformado por la categoría de hombres mayores de 45 años exhibe las tasas más elevadas de analfabetismo (Cuadro 14). En el caso de la población femenina, el analfabetismo es más elevado a partir del segmento de los 35 años. Los niveles de analfabetismo son significativos, y tienen que ver con diversas consecuencias en la inseguridad alimentaria y con las posibilidades de superación de la pobreza.

La información suministrada en el Cuadro 14 permite ver en detalle las diferencias en cuanto a los años de educación cursados por la población de las zonas urbanas y rurales. Con base en esta información, y como ejemplo, si se considera el indicador del número de años de instrucción de las poblaciones urbana y rural, y se examina el porcentaje de la población con más de 10 años de instrucción en cada zona, lo que se obtiene es una aproximación a la cobertura de los servicios de educación, y, además, las diferencias de esas coberturas cuando se compara el espacio urbano con el rural.

27 Cuadro 15

Centroamérica y México: Población de 15 a 24 años de edad, según años de instrucción, por zonas urbanas y rurales, 1980-2000

(en porcentajes)

Fuente: CEPAL, 2002

En Costa Rica, en el año 2000, el 38.4 % de la población urbana tenía más de 10 años de educación; en los espacios rurales, esa relación alcanzaba tan sólo el 18.1%. En El Salvador, la misma categoría de población representaba el 45,8%

en las zonas urbanas y sólo el 13,2% en las zonas rurales. En Guatemala, para 1998 la proporción es de 31,2% en las zonas urbanas, y de 3,6% en las zonas rurales. En Honduras, del 26,1% en zonas urbanas, y del 5,5% en las zonas rurales. En México, el 49,6 % de la población urbana tiene más de 10 años de educación, mientras que en las zonas rurales el porcentaje es del 20,7%. En Nicaragua es del 27,7% en las zonas urbanas, y de un 6,2% en las rurales. En Panamá, finalmente, el porcentaje alcanzaba el 55,3% en los espacios urbanos, y un significativo 31,7% en las zonas rurales.

Es claro que un factor central en estos indicadores es el esfuerzo de inversión nacional que se hace en el sector. El Cuadro 16 refiere datos sobre el gasto público de los países en educación.

Cuadro 16

Centroamérica y México: Indicadores sobre gasto público en educación (1990/1991 – 1994/1995 – 1998/1999)

País Año

Zonas urbanas Zonas rurales

Años de instrucción Años de instrucción 0-5 años 6-9 años 10-12 años 13 años y

28

Fuente: CEPAL, 2002

La información en el Cuadro 16 muestra importantes disparidades en cuanto al gasto público per cápita en educación. En Costa Rica, durante el período 1998-1999, el gasto público per cápita en educación fue de US$163; en El Salvador: US$52; en Guatemala: US$40; en Honduras: US$32; en México:

US$167; en Nicaragua: US$26; y en Panamá: US$198.

En cuanto al gasto público en educación como porcentaje del PIB, también se constatan grandes disparidades durante el mismo bienio. La inversión en educación como porcentaje del PIB fue del 4,4% en Costa Rica, del 2,7% en El Salvador, 2,3% en Guatemala, 4,1% en Honduras, 3,8% en México, 5,7% en Nicaragua, y el 6,0% en Panamá.

Por su lado, y siempre en los mismos años, el gasto público en educación como porcentaje del gasto público total muestra variaciones significativas en cuanto a los esfuerzos realizados por cada país. Los datos indican que los mayores porcentajes del gasto público dedicado a la educación se alcanzaron, en su orden, en México (24,4%), Honduras (18,9%), Guatemala 17,3%, El Salvador (17,0%), y en Nicaragua (16,7%); en Panamá el porcentaje fue del 11,9%, y en Costa Rica del 11,3%.

En síntesis, los datos demuestran que tanto el porcentaje del PIB dedicado a educación así como el porcentaje del gasto público invertido en esta actividad son insuficientes, dada la magnitud de la pobreza y la subnutrición prevalecientes.