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Un aspecto central de la IAN y el hambre en Centroamérica se evidencia en las notables diferencias de acceso a los alimentos que tienen los distintos sectores de población.

Los datos disponibles demuestran que la suficiencia global de alimentos en cada país de la región, calculada como el monto de energía kilocalórica que se dispone por persona por día, es en todos los países superior a la que se dispone para los sectores subnutridos de la población (Cuadro 9).

Cuadro 9

Centroamérica y México: disponibilidad de alimentos y magnitud de la subnutrición (1996-1998)

(en kcal por persona, por día)

Consumo

Los datos del Cuadro 9 confirman que la accesibilidad y el consumo de alimentos por parte de los sectores pobres en los países centroamericanos depende, primordialmente, de los ingresos para su adquisición.

Un factor que es fundamental para esta situación es la manifiesta desigualdad en la distribución del ingreso (Cuadro 10), una diferencia que, en promedio, es la más alta entre todas las regiones del mundo.

22 Cuadro 10

Centroamérica y México: Participación de la población en el ingreso nacional

FUENTE: PNUD, 2004

Este fenómeno tiene efectos cruciales en la IAN en Centroamérica. Un estudio de 2003 comprobó que cuanto mayor es la desigualdad en la distribución del ingreso, menor es el impacto del crecimiento económico sobre la reducción de la pobreza, y más bien se tiende a dar una concentración de la riqueza (Epaulard, 2003).

Cuadro 11

Centroamérica y México: Indicadores de acceso económico

Ingreso

El Ingreso Nacional Bruto per cápita presenta importantes diferencias entre los países de la subregión, pero, en general, todos ellos pueden ser considerados bajos si se comparan con los datos de países con mayor desarrollo relativo. En los Estados Unidos, por ejemplo, el Ingreso Nacional Bruto per cápita alcanza la suma de US$30.000. Una situación similar se encuentra con respecto al crecimiento del PIB per cápita, el que no alcanza el dinamismo y la sostenibilidad que se requiere para contar con las condiciones económicas adecuadas para el acceso seguro a los alimentos. En cuanto al índice de Gini, la existencia de porcentajes superiores al 50%, en la mayoría de los países de la subregión, confirma la tendencia al deterioro en la distribución del ingreso y al ensanchamiento de las desigualdades entre los grupos sociales, y entre los territorios en todas las naciones. Estos desajustes sociales tienen serias consecuencias, tanto en la ausencia de oportunidades como en el bienestar general de la población.

El análisis sobre la pobreza en Centroamérica, elaborado por Hertford y Echeverri (BID, 2003), y realizado con datos de 1998, permite profundizar en las

Año de

encuesta 20% más

pobre 20% más rico Costa Rica 2000 4,2 51,5 El Salvador 2000 2,9 57,1 Guatemala 2000 2,6 64,1

23 condiciones de la pobreza rural y la indigencia en estos territorios. El estudio demuestra que el 87% de los productores agropecuarios son pobres. Una situación similar enfrentan el 82% de los asalariados agropecuarios, el 63% de los productores no agrícolas, y el 52% de los asalariados no agrícolas. El examen de la extrema pobreza en la subregión permite constatar que es en esa condición que se encuentra un 69% los productores agropecuarios, un 67% de los asalariados agropecuarios, un 46% de los asalariados no agrícolas, el 33% de los productores no agropecuarios, un 27% de los asalariados no agropecuarios, y el 18% de los productores y asalariados no agrícolas.

En el informe del PNUD-1999, sobre “Estado de la Región en Desarrollo Humano Sostenible”, se señala que la distribución del ingreso y de la riqueza sigue estando concentrada, y que no mejora. También indica que en 1999 el desempleo abierto abarca a cerca del 10% de la PEA urbana. No obstante, el principal problema de la región es el subempleo; según datos de la CEPAL para el período 1993-2001 (Cuadro 12), entre los países de la región se dan grandes disparidades en cuanto al desempleo. Además, de cada 100 nuevos empleos creados en la subregión, 40 correspondieron al sector informal; y, por otro lado, el 20% de los asalariados reciben ingresos por debajo del mínimo legal.

Cuadro 12

Centroamérica y México: Tasas de desempleo abierto

1993 1994 1995 1996 1997 1998 1999 2000 2001

Costa Rica 4,1 4,2 5,2 6,2 5,7 5,6 6,0 5,2 6,1

El Salvador 9,9 7,7 7,6 7,7 8,0 7,5 7,0 6,7 7,0

Guatemala 2,6 3,5 3,9 5,2 5,1 3,8 ... ... …

Honduras 3,8 2,8 3,7 4,5 3,6 3,5 3,5 ... 4,2

México 3,4 3,7 6,2 5,5 3,7 3,2 2,5 2,2 2,5

Nicaragua 17,8 17,1 16,9 16,0 14,3 13,2 10,7 9,8 10,7

Panamá 13,3 14,0 14,0 14,3 13,2 12,7 11,8 13,3 13,7

Fuente: CEPAL, 2002

Según el mismo informe ya citado, entre los países existen grandes diferencias en cuanto a los niveles de salarios mínimos y en cuanto a la legislación para la protección laboral. De acuerdo con Hertford y Echeverri (2003), la fuerza laboral agropecuaria de Costa Rica, El Salvador y Panamá se redujo en el período 1993-1998. Como se aprecia en el Gráfico 2, Guatemala también sufre un drástico descenso en la fuerza laboral agrícola, Honduras mantiene los niveles de participación, y en Nicaragua se produce un incremento.

Gráfico 2

Centroamérica: Fuerza laboral agropecuaria/Fuerza laboral total, 1993-1998

24 FUENTE: Hertford y Echeverri, 2003

Esta información es muy importante, dado que los países de la subregión presentan diferencias en la participación de la fuerza laboral, y mantienen altos niveles de pobreza e indigencia. Esto acarrea problemas evidentes en la

distribución del ingreso, como se puede apreciar en el Gráfico 3 sobre el índice de Gini para Centroamérica.

Gráfico 3

Centroamérica: Coeficiente de Gini, 1998

0 10 20 30 40 50 60 70

Costa Rica

El Salvador

Guatemala

Honduras Nicaragua

Panamá

Fuente: Hertford R, Echeverri, R, 2003

En el estudio de Hertford y Echeverri (2003), los autores examinan las diferencias de ingreso entre los países, e internamente en ellos. Entre sus principales conclusiones señalan que entre el ingreso medio del 20% de la población más rural y el ingreso medio del 20% de la menos rural se presenta una

0 10 20 30 40 50 60

Costa Ri ca

El Salvador Guatemala

Hondur as

Nicaragua

Panamá Países

Coeficiente de participación

1993 1998

25 brecha cercana al 75% del ingreso medio. Esto se manifiesta igualmente en las diferencias de incidencia de la extrema pobreza, la que representa el 53% en el 20% más rural de la población y tan sólo el 32% en el 20% menos rural.

El coeficiente de Gini para Centroamérica presenta diferencias entre los países, pero, en general, la creciente desigualdad es una de las características más sobresaliente en todos los países estudiados. Nicaragua, Honduras y Guatemala presentan las mayores diferencias, lo que se refleja en menores ingresos de los grupos más pobres, y en mayores dificultades de acceso al consumo por parte de estos mismos grupos.