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Distribución del tiempo entre los principales tipos de trabajo

Capítulo 3. ¿Cuánto tiempo se destina en Nicaragua a los cuidados y quiénes lo hacen?

3.3. Regímenes de Trabajo-Cuidado de la población nicaragüense

3.3.1. Distribución del tiempo entre los principales tipos de trabajo

Todas las actividades que realiza una persona pueden clasificarse en tres grandes categorías, según el SCN: El trabajo SCN, el trabajo de cuidado no remunerado (TCNR) y las actividades de cuidado personal o no productivas. Los cuadros

3.3-3.5 retoman estas categorías y analizan las tasas de participación en y el tiempo promedio usado para estas actividades. Como se puede observar, existen grandes diferencias entre las tasas de participación de hombres y mujeres en el trabajo SCN y el trabajo de cuidado no remunerado. En el primer caso, la tasa de participación de los hombres más que duplica la de las mujeres; en cambio, en el TCNR los ma-yores niveles de participación los exhiben las mujeres. La diferencia entre las tasas de hombres y mujeres es menor en el trabajo de cuidado no remunerado que en el trabajo SCN. Esto se debe probablemente a la inclusión del acarreo de agua y leña como parte del trabajo de cuidado no remunerado, actividades que en algunos casos es asumida por hombres adultos y/o niños. Las tasas de participación en las actividades no productivas son del 100% para hombres y mujeres, lo que indican que todos/as realizaron al menos una actividad de cuidado personal (dormir, comer, bañarse, etc.).

Con relación al tiempo promedio destinado a cada una de las tres categorías de ac-tividades, para un mismo sexo, el promedio por participante tiende a ser mayor que el promedio de la población. Esto se debe a la forma de calcular los promedios. El promedio de la población entera toma en cuenta todas las personas, las que realizan la actividad y las que no lo hacen, mientras que el tiempo promedio de participantes, solo considera las personas que realizan la actividad. Si no toda la población rea-liza una actividad, es lógico que el primer promedio sea más bajo que el segundo.

Esta diferencia aumenta ante tasas de participación bajas y viceversa. Es así que la diferencia entre los tiempos promedio destinados al trabajo remunerado (SCN) es menor en los hombres que en las mujeres, porque los hombres participan más que ellas en esta actividad. En cambio, la brecha entre los tiempos promedios dedicados al TCNR es menor en las mujeres que en los hombres, porque son ellas que realizan más esta actividad que ellos. En el caso de las actividades no productivas la diferen-cia es cero, ya que la tasa de participación es del 100 % en ambos sexos.

Cabe destacar que si bien un tercio de las mujeres realizan trabajo SCN, el tiempo que ellas invierten en este trabajo es solo 10% menor del que dedican los hombres.

En otras palabras, estas mujeres están sometidas a tensiones en el uso del tiempo que no enfrentan los hombres.

El cuadro 3.4. muestra las tasas de participación y los tiempos promedio que las personas dedican al trabajo SCN, mostrando el total y cada uno de sus componen-tes, sea remunerado o no remunerado. Como era de esperar, la participación de los hombres es mayor que la participación de las mujeres; un poco más del doble.

Cuando las mujeres trabajan remuneradamente, dedican casi el mismo tiempo que los hombres; la diferencia del tiempo dedicado por los participantes al trabajo SCN remunerado es de solo 8%, pero en el trabajo SCN no remunerado ellos le dedican considerablemente más tiempo que ellas: la diferencia asciende al 39 por ciento.

Si se considera el tiempo promedio de toda la población, estas diferencias son más pronunciadas y aumentan a casi más del doble y el triple en favor de los hombres, para el trabajo SCN remunerado y el trabajo SCN no remunerado respectivamente.

Cuadro 3.3. Tasas de participación, tiempo promedio por participante y Tiempo pro-medio de la población de 15 a 64 años, según categorías del SCN, por sexo.

Tasas de participación

* El trabajo SCN está compuesto por dos categorías; primero, el trabajo remunerado, y segundo, el trabajo no re-munerado, en empresas o negocios familiares.

Fuente: Cálculos propios con base en datos de la Sección de Uso del Tiempo de la EMNV 1998, INEC.

53.9 74.9 33.7

Para el trabajo de cuidado no remunerado, es una historia muy distinta. Las mujeres muestran tasas de participación y tiempos promedios mucho mayores que los hom-bres (véase cuadro 3.5). Un poco más de la mitad de los homhom-bres realiza alguna ac-tividad de trabajo de cuidado no remunerado, sea el cuidado de personas, las tareas domésticas o el acarreo de agua y leña. La mayoría de estos hombres se involucra en las últimas dos actividades. Pero mucho menos en el cuidado de personas. Solo ocho de cada cien hombres cuida a personas en Nicaragua.

Las mujeres, en contraste, tienen tasas de participación muy altas. Nueve de cada diez mujeres entre 15 y 64 años en Nicaragua realiza por lo menos alguna actividad de trabajo de cuidado no remunerado. Casi todas realizan tareas domésticas (87%), y casi cuatro de cada diez cuida a personas. Es decir, las mayores diferencias se observan en el cuidado de las personas y las tareas domésticas, para las cuales la participación de las mujeres es más de 4 y 2 veces respectivamente la de los hom-bres. Para ambos sexos, las tasas de participación más altas se registran en las tareas domésticas.

Cuadro 3.4. Tasas de participación, tiempo promedio por participante y tiempo promedio de la población de 15 a 64 años dedicado al Trabajo SCN, por sexo Tasas de participación

* El trabajo SCN está compuesto por dos categorías; primero, el trabajo remunerado, y segundo, el trabajo no re-munerado, en empresas o negocios familiares.

Fuente: Cálculos propios con base en datos de la Sección de Uso del Tiempo de la EMNV 1998. INEC.

Si se considera el promedio por participante, las mujeres le dedican más del doble al TCNR que los hombres. Por subcategorías, el tiempo dedicado por las mujeres a estas mismas actividades es entre el 50 por ciento y 100 por ciento mayor que el invertido por los hombres. En cambio, en el acarreo de agua y leña las diferencias son menos marcadas (cuadro 3.5).

Sin embargo, hasta ahora hemos comparado las mujeres con los hombres que rea-lizan actividades de cuidado no remunerado. Pero sabemos que casi la mitad de los hombres ni siquiera realiza estas actividades, mientras que casi todas las mujeres sí lo hacen. Es decir, si se toma el tiempo promedio de la población, la diferencia entre el destinado por mujeres y hombres al cuidado de personas y a las tareas domésticas aumenta a 550 por ciento y 460 por ciento, respectivamente. En otras palabras, la mujer “promedia” en Nicaragua le destina entre 5 y 6 veces más tiempo a activida-des TCNR que el hombre “promedio”. En resumen, los hombres nicaragüenses par-ticipan mucho menos en las actividades de cuidado no remunerado que las mujeres, y si lo hacen, ellos le dedican mucho menos tiempo que ellas.

Cuadro 3.5. Tasas de participación, tiempo promedio por participante y tiempo promedio de la población de 15 a 64 años dedicado al TCNR, por sexo Tasas de participación

Fuente: Cálculos propios con base en datos de la Sección de Uso del Tiempo de la EMNV 1998l, INEC.

Además de las enormes brechas de género observadas en el trabajo de cuidado no remunerado total y en sus principales componentes, resulta preocupante la baja participación y el poquísimo tiempo destinado por hombres y mujeres al cuidado de personas. En promedio para toda la población se trata de menos de una hora diaria, que en las mujeres supera levemente la hora y en los hombres cae a apenas 12 minutos diarios. Considerando la estructura de la población por edad de Nicara-gua, con una grande proporción de jóvenes, y la casi inexistente oferta de servicios de cuidado, pública o de mercado, este resultado sugiere que muchos menores de edad se están auto-cuidando. O podría implicar que el cuidado de los más jóvenes se está dejando a cargo de los menos jóvenes. Dadas las serias implicaciones que esta situación podría tener para la sociedad nicaragüense, merece ser estudiada en profundidad, desde un enfoque integral.

El gráfico 3.1 muestra la distribución del tiempo dedicado al trabajo de cuidado no remunerado por la población de 15 a 64 años. Durante el período de referencia (el día anterior) casi la mitad de los hombres y solo el 10 por ciento de las mujeres no invirtieron nada de tiempo en dicho trabajo. El 25 por ciento de los hombres le de-dica entre un minuto y dos horas, mientras solo 14 por ciento de las mujeres puede decir lo mismo. Los hombres, en las siguientes categorías, bajan su presencia, es decir hay menos hombres entre más tiempo se dedica a la actividad TCNR. En con-traste, un poco más del 25 por ciento de las mujeres dedica más de 8 horas diarias al TCNR. La concentración de los hombres en los primeros tramos de tiempo dedicado al trabajo de cuidado no remunerado y la distribución bastante homogénea de las mujeres a lo largo de ellos, incluyendo los últimos, evidencia la profunda desigual-dad existente en el tiempo destinado a los cuidesigual-dados.

Gráfico 3.1. Distribución del tiempo dedicado al trabajo de cuidado no remunerado, por sexo

Fuente: Elaboración propia con base en datos de la Sección Uso del Tiempo de la EMNV 1998, INEC.

60,0 50,0 40,0 30,0 20,0 10,0 0,0

Porcentaje

0 min1 min 1 hr - 2 2 hr - 3 3 hr - 4 4 hr - 5 5 hr - 6 6 hr - 7 7 hr - 8 Más de

1 hr hr hr hr hr hr hr hr 8 hr

hombres mujeres

Tiempo destinado al TCNR

El gráfico 3.2 muestra la distribución del tiempo dedicado al cuidado de otras perso-nas, por sexo. Destaca de nuevo la poca participación en general por parte de los y las nicaragüenses en esta actividad. Una elevada proporción de la población adulta, especialmente masculina, no está dedicando tiempo al cuidado de las personas, sean éstas niños/as o enfermos/as. El 92 por ciento de los hombres y el 64 por ciento de las mujeres entre 15 y 64 años declararon no haber invertido tiempo en el cuidado de las personas.

Por otro lado, el 7.9 por ciento de los hombres que sí destinaron tiempo al cuidado de las personas se concentraron entre 1 minuto y dos horas. En cambio, el 36.5 por ciento de las mujeres que declararon haber cuidado de personas se ubicaron en ma-yor proporción entre 1 minuto y 4 horas.

3.3.2. ¿Quiénes usan el tiempo para qué?

En este apartado se analiza la relación existente entre los patrones de uso del tiempo de hombres y mujeres de 15 a 64 años y algunas características sociodemográficas y económicas seleccionadas. Para esto, se analizan las tasas de participación y los tiempos promedio por la población que participa en la actividad.