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Durante el Foro Internacional: Experiencia Parlamentaria y Seguridad Nacio-nal: Los Controles Democráticos, el senador colombiano Juan Manuel Galán presentó sus ideas sobre el control parlamentario de los servicios de inteligen-cia y dividió su exposición en tres grandes rubros.

Controles democráticos del sistema de seguridad en el ámbito legislativo 48

1. El Control Parlamentario de los Servicios de Inteligencia

El senador Galán inscribe su análisis en el rol que juegan las políticas de segu-ridad y defensa, y dentro de ellas las relacionadas con las actividades de inteli-gencia, en la consolidación democrática de su sistema de gobierno.

Los parlamentos, dice el senador, ayudan a prevenir los abusos de los servicios de inteligencia, promueven su eficacia y los auxilian al aseguramiento de su le-gitimidad democrática.

El senador Galán destaca la existencia del Ombudsman parlamentario o crea-ción de comités o comisiones parlamentarias destinadas a vigilar y fiscalizar los servicios que realicen los organismos de inteligencia.

Esos comités parlamentarios o comisiones especiales de vigilancia tienen dos facultades básicas, señala Galán: 1) Una es el poder parlamentario de legislar en materia de inteligencia y 2) Otra es el poder de vigilar el desempeño de los servicios de inteligencia, su apego a la legalidad y su eficacia en el uso de re-cursos y la adecuación a los intereses nacionales.

Las comisiones parlamentarias ayudan entonces a ubicar los servicios de ligencia en el marco de los intereses nacionales y no de grupos políticos inte-resados.

Galán compara las diferentes capacidades en los mecanismos de control de los organismos de inteligencia. La distinción entre mandatos fuertes y limitados, propuesta por el senador Galán, ayudaría a una visión comparada del control parlamentario de los organismos de seguridad y defensa en los distintos países de América Latina, incluido México:

Mandato fuerte: En los mandatos fuertes existe una facultad amplia de revisión de todas las agencias de inteligencia del Estado, incluidas las militares. Existe también la facultad de revisión del ejercicio presu-puestal y la capacidad para formular, presentar y revisar proyectos de Ley relacionados con la inteligencia. En algunos casos, las comisiones parlamentarias ratifican el nombramiento de los directivos de los or-ganismos de inteligencia, como es el caso de los comités de inteligen-cia de los Estados Unidos. El mandato fuerte, también establece la po-sibilidad de que los legisladores consuman productos de inteligencia, como ya lo han propuesto algunos analistas mexicanos.

Mandatos limitados: Excluyen el control de los organismos de inteligencia militar, carecen o sólo tienen una función limitada de con-trol presupuestario. No ratifican el nombramiento de los directivos de los servicios de inteligencia y tampoco consumen productos de

inteli-Las comisiones de seguridad y defensa: desafíos y oportunidades 49

gencia. En algunos casos, carecen del poder de revisar la conducta de los miembros de esos servicios.

El senador Galán analiza el caso del control parlamentario fuerte en los Esta-dos UniEsta-dos, Esta-dos casos europeos (Alemania, con mandato fuerte, y el Reino Unidos, con mandato limitado) y dos latinoamericanos de mandato fuerte (Colombia y Argentina).

El análisis de estos dos últimos casos es interesante porque reflejan diferentes condiciones que dieron lugar al control parlamentario de los sistemas de inte-ligencia. En el caso argentino, los sistemas de control obedecieron a la necesi-dad de evitar los abusos cometidos durante los gobiernos militares. La comi-sión parlamentaria argentina, por ejemplo, tiene facultades amplias para con-trolar a todos los organismos del Sistema Nacional de Inteligencia, pedir in-formación, realizar informes secretos sobre presuntos abusos de poder come-tidos por agentes u organismos de inteligencia e interviene en el control pre-supuestario.

En el caso colombiano, el control parlamentario obedeció a la necesidad de regular el comportamiento de los miembros de los servicios de inteligencia en el contexto del conflicto armado y la existencia de graves amenazas a la segu-ridad interna provenientes del narcotráfico, le delincuencia organizada, la gue-rrilla y los grupos paramilitares. Sin embargo, en ninguno de los dos casos, el argentino y el colombiano, existe intervención legislativa en nombramiento de directivos de inteligencia.

El segundo punto de la exposición del senador Galán presenta las característi-cas de su proyecto de Ley para mejorar la eficacia de los servicios de inteligen-cia, reforzar el control parlamentario y cubrir vacíos legales que han permitido en el pasado inmediato que las agencias de inteligencia colombianas vulneren la privacidad y los derechos humanos de sus ciudadanos.

2. Proyecto de Ley

El proyecto de ley presentado por el senador Galán reserva la actividad de in-teligencia como una actividad exclusiva del Estado colombiano. Eso es funda-mental en una época en la que han comenzado a brotar entidades privadas de inteligencia que no están sujetas a ninguna fiscalización ni ningún tipo de con-trol parlamentario.

La propuesta de Ley busca impedir que los agentes de inteligencia empiecen investigaciones por iniciativa propia, fuera de su mandato, sin una orden supe-rior. Esto previene actividades ilegales de los servicios y establece una línea di-recta de responsabilidad sobre cada operación de inteligencia.

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El senador Galán también propone la integración de los servicios de inteligen-cia en un sistema fusionado. Esta propuesta debiera ser motivo de un análisis especial en países donde los servicios de inteligencia están desintegrados o existen redundancias o rivalidades interinstitucionales. Aunque los sistemas fusionados no eliminan por completo la rivalidad interinstitucional, sí permiten una base más amplia para la colaboración y la eficacia del ciclo de inteligencia.

La propuesta de ley también busca fortalecer el control político de los orga-nismos de inteligencia a través de la inclusión de los partidos de oposición en la comisión especial de seguimiento y el fortalecimiento del control judicial. El escándalo reciente de las “chuzadas” en Colombia indica muy bien la necesi-dad de reforzar ese control.

El proyecto de ley busca así mismo, restablecer a la Comisión Legal de Segui-miento a las Actividades de Inteligencia y Contrainteligencia y, con ello, am-pliar las capacidades de control político parlamentario, vigilancia del gasto en materia de inteligencia.

Por último, el senador Galán presenta varios de los desafíos que tendrá esta reforma a los sistemas de inteligencia y contrainteligencia colombianos:

Necesidad de que los integrantes de esa Comisión tengan una prepa-ración firme en asuntos de seguridad y defensa.

Necesidad de una voluntad política en todas las fracciones parlamen-tarias para lograr el restablecimiento de la Comisión Legal.

Necesidad de normar las actividades de inteligencia con el fin de evitar los excesos y el uso de los recursos de inteligencia para fines particula-res, privados o de una facción en el poder.

El senador Galán espera que la Corte Constitucional resuelva la creación de la Comisión Legal y dé paso a la creación de una Agencia Central de Inteligencia que permita que los servicios actúen en forma legal, controlada y respetuosa de los derechos humanos. La aprobación final de ese proyecto sería además un ejemplo para otros países de la región que requieren sistemas de control parlamentario más fuerte, más eficiencia en el uso de recursos presupuesta-les, más eficacia en los servicios de inteligencia y una integración plena de los servicios.

IV – Seguridad Nacional